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Plocan adquiere el primer glider del país capaz de operar a 6.000 metros bajo el mar

La Plataforma canaria es la tercera entidad que usa esta tecnología en el mundo l La décima edición de la Escuela de Planeadores arranca hoy con alumnos de ocho países

El responsable del área de vehículos submarinos de Plocan, Carlos Barrera, muestra algunos de los gliders con los que cuenta la Plataforma canaria. yaiza socorro

La Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan) ha adquirido un glider capaz de sumergirse en el mar a una profundidad de 6.000 metros, que hará que la entidad sea pionera en el territorio nacional en hacer uso de esta tecnología y se convierta en la tercera a nivel mundial. El nuevo planeador submarino, que aterrizará en la Plataforma canaria el próximo mes de diciembre, representa una revolución para la actividad oceanográfica, si se tiene en cuenta que hasta el cierre de 2018 estos artilugios tenían una capacidad máxima de inmersión de 1.000 metros. "Estamos ante una primicia que amplía el campo de estudio de las aguas", apunta Carlos Barrera, responsable del área de vehículos submarinos de Plocan.

Pero las innovaciones tecnológicas deben implicar una actualización de los conocimientos que poseen los profesionales que operan con estos elementos. Sobre esta premisa nació la Escuela de Planeadores Autónomos Marinos Glider School de Plocan, que celebra desde hoy y hasta el próximo viernes su décima edición en la Isla, con una nómina compuesta por 15 alumnos procedente de ocho nacionalidades. Así, durante esta semana, el grupo recibirá instrucciones relacionadas con el manejo de los últimos avances en observación oceánica, de la mano del personal de las empresas especializadas.

"En el Archipiélago trabajamos en profundidades de 4.000 metros y la nueva tecnología podrá monitorizar la totalidad de las aguas canarias", explica el responsable. Asimismo, como dato importante, señala que el novedoso planeador tiene la capacidad de muestrear "el 98% del área oceánica", dejando solo a las fosas marinas fuera del alcance.

No obstante, el hecho de no disponer aún de este glider en la instalación - que además elevará a ocho la flota de la entidad- no supondrá un inconveniente para el alumnado que integra este año la escuela. "El principio básico de funcionamiento es prácticamente idéntico en todos y las diferencias suelen estar centradas en el diseño", destaca.

Lo cierto es que Plocan siempre ha apostado por la tecnología más puntera. En este sentido, y haciendo referencia a las plataformas autónomas equipadas con sensórica, la infraestructura ha invertido tanto en estructuras fijas -como pueden ser las boyas oceanográficas- como móviles -los gliders-. "Estos últimos son, en realidad, sondas multiparámetros equipadas con sensores, capaces de medir parámetros físicos y biogeoquímicos del agua del mar de una forma remota", detalla el responsable del área.

Siguiendo esta línea, estos dispositivos pueden obtener datos relacionados con la temperatura, la salinidad, la turbidez, la contaminación o la concentración de PH, por ejemplo. Posteriormente, esta información servirá para "caracterizar" el medio oceánico y tener conocimiento de la repercusión que pueden llegar a tener las alteraciones que se están produciendo como consecuencia del cambio climático. "El hecho de poder conocer estos parámetros permite extrapolarlos a modelos de pronóstico que puedan marcar más tarde una línea de actuación", anota Carlos Barrera.

Cabe destacar que una de las mayores ventajas que ofrece la Glider School radica en el hecho de poner al servicio de la comunidad científica su material y sus infraestructuras. Además, con el paso del tiempo, ha logrado consolidarse como un referente mundial en el sector por fomentar la implantación de la formación reglada de los futuros especialistas y apoyar el desarrollo tecnológico. "Esto sitúa a Canarias en una importante posición", apostilla.

Sesiones

La actividad formativa de la décima edición de la Glider School se desarrollará en sesiones de mañana y tarde en las instalaciones que tiene la Plataforma en Taliarte, e incluirá actividades prácticas tanto a nivel de laboratorio como en el mar. "Disponemos de gliders submarinos y de superficie que podrá manejar el alumnado. Además, el viernes formaremos cuatro grupos para salir al mar", sostiene el profesional.

En sus diez años de recorrido, la Glider School ha conseguido formar a 150 alumnos de 31 nacionalidades y procedentes de los cinco continentes, siendo en su mayoría titulados en Ciencias del Mar o Ingeniería. Además, la actividad ha contado con la participación de más de una treintena de empresas que destaca por mantener el liderazgo en el sector de las tecnologías marinas.

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