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Vámonos de viaje

Barcelona, un paso más allá de Gaudí

El barrio gótico y Santa María del Mar son dos de los encantos de una ciudad que con muchas posibilidades para hacer una escapada

Panorámica de Barcelona. SHUTTERSTOCK

Es una de las urbes más cosmopolitas de España y no es para menos. Barcelona tiene cientos de rincones por descubrir y muchos de ellos más allá de las obras de Antonio Gaudí. El Barrio Gótico, el más antiguo de la ciudad, es uno de los puntos más mágicos y entrañables de la urbe. Sus estrechos callejones medievales hacen viajar en el tiempo a la vez que colma al visitante de tiendas de artesanía y bares y restaurantes de moda. Un compendio entre lo bohemio y lo histórico que a nadie que pasee por sus empedradas calles deja indiferente.

LA ALCOBA AZUL

Este bar de tapas y copas es uno de los más originales de la zona del barrio Gótico de Barcelona. Con un ambiente bohemio y una decoración moderna a la par que 'vintage', ofrece comida y bebida a buen precio y en buen ambiente. El camarero suele llamar a los clientes "adorables criaturas". Direccción: Carrer de Salomó Ben Adret, 14, Barcelona. Tfno: 933 02 81 41

La calle del Obispo o Pont del Bispe es uno de los lugares más fotografiados del distrito y une la plaza de Sant Jaume, donde se encuentran el edificio del Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat de Barcelona con la plaza Nova. Además, une las paredes del Palau de la Generalitat ya mencionado y la Casa dels Canonges. Este puente-arco fue construido en 1928 por Joan Rubió i Bellver, durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera y cuenta con una decoración que se inspira en las formas del gótico flamígero. Aunque es relativamente moderno, por su misteriosa belleza constituye uno de los elementos mas populares y fotografiados del barrio barcelonés. Popularmente se dice que al pasar por debajo hay que pedir un deseo.

Aunque no es el único rincón con entidad propia del lugar. La plaza de San Felipe Neri, que recibe el nombre de la iglesia homónima de estilo barroco, esconde historias que incluso han sido llevadas a la literatura. El autor Carlos Ruiz Zafón ya hizo uso de este escenario en su 'best seller' 'La sombra del viento', y es que el rincón puede llegar a ser un espectáculo para los sentidos.

Porque esta plaza se erige sobre el antiguo cementerio medieval de Montjuic del Obispo, destruido durante la Guerra Civil Española. Se puede acceder a ella tomando primero la calle San Felipe Neri y posteriormente, la calle de San Severo. Además, está rodeada de casas de estilo renacentista y también es la sede de las antiguas casas de los gremios de caldereros y zapateros, ésta última es la sede del Museo del Calzado de Barcelona. Por su parte, en el centro se encuentra una fuente de agua con base octogonal.

En la paredes de la Iglesia de San Felipe Neri todavía se pueden ver los reductos de la metralla de una bomba lanzada por la aviación del bando sublevado durante la Guerra Civil. El 30 de enero de 1938 el artefacto explotó donde ahora está la plaza y provocó 42 víctimas mortales, la mayoría de ellas niños que habían ido a refugiarse en el subterráneo de la iglesia y que murieron a causa de la deflagración. Aparte de las muertes, también quedaron destruidas totalmente las casas adyacentes a la plaza.

Plaza de San Felipe Neri./ SHUTTERSTOCK

La catedral de La Ribera

En el corazón del barrio de La Ribera podemos encontrar uno de los templos religiosos más conocidos de la ciudad. Santa María del Mar también viajó hasta la novela de la mano de Ildefonso Falcones y 'La catedral del mar', donde cuenta la historia de su construcción. Luego fue llevada hasta la televisión de la mano de los actores Aitor Luna y Michelle Jenner. La iglesia, conocida como la 'catedral de la Ribera', es uno de los ejemplos más perfectos de la arquitectura de estilo gótico, por armonía en sus proporciones y la serenidad que ofrece el conjunto y su fachada principal, enmarcada por dos torres octogonales, preside un edificio austero, imponente y sin grandes cargas de ornamentación.

fachada de Santa María del Mar./ SHUTTERSTOCK

El interior del edificio está estructurado en tres naves de altura similar en las que hay numerosas capillas, pero una ausencia casi total de obstáculos visuales, dos particularidades del gótico catalán. Así se consiguió un espacio unitario, diáfano y ligero. Ocho columnas delimitan el altar mayor y lo separan de la girola, que sigue por detrás. Además, parte de sus vidrieras fueron destruidas en un incendio, quedando únicamente como originales las de la del Jucio Final (1474) o la de Pentecostés y la Santa Cena (1711).

El barrio es históricamente marinero por lo que 'dos bastaixos' fueron los encargados de la elaboración del templo. Eran los trabajadores más humildes del puerto que transportaron sobre sus espaldas las pesadas piedras que terminarían dando forma a la basílica de Santa María del Mar de Barcelona.

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