El misionero claretiano Pedro Fuertes recibió ayer el cariño de numerosos grancanarios que se congregaron en la parroquia del Corazón de María justo en el día en el que cumplía 53 años de su llegada a la Isla. El motivo de la convocatoria era la presentación de su libro de poesía Casi canto que recoge los sentimientos del autor, el compromiso con su fe, y su arraigo con lo que lo rodea y la gente que lo acogió. Al acto acudieron numerosos acompañantes del poeta que quisieron agradecerle una vida de enseñanzas y compañía espiritual.

Todo comenzó con el recital del poema Pedro y hombre musicalizado por Emilio Vicente Mateo e interpretado por el Coro de la Comunidad Parroquial. A continuación intervinieron el filólogo y autor del prólogo del libro, Maximiano Trapero; el sacerdote y director del colegio Claret de Las Palmas, Juan José García, el representante de los miles de antiguos alumnos del centro Juan Torres Castellano, y el superior de los comunidad de los Hermanos Claretianos, José María Bolívar. Todo concluyó con el recital de otro poema, Buenos días, recitado por Luis Fajardo, y con el que da la bienvenida a sus alumnos.

Pasiones

Pedro Fuertes llegó en la década de los 60 a la Gran Canaria para ejercer sus dos pasiones. Por un lado, difundir la obra del Padre Claret. Y, por el otro, dedicarse a la enseñanza de la Lengua y la Literatura en el colegio de la congregación. Tras el recital de poemas, Pedro Fuentes afirmaba que, a sus 87 años, humildemente, "aún me queda mucho que aprender" de los grandes autores como su admirado Antonio Machado o los integrantes de la Generación del 27. No obstante, la poesía del religioso se rige por la libertad en la rima y el verso que inevitablemente evocan a la obra del literato andaluz.

Durante su intervención, Maximiano Trapero señaló que Casi canto es de un libro antológico de toda la vida de Pedro Fuertes, donde "hay una parte dedicada a la Navidad, otra a poemas religiosos, otra a la amistad, otra conmemorativa de lugares donde Fuertes ha estado y dejado huella, y una última de poemas muy breves". Para el filólogo, la poesía de Fuertes tiene dos métricas muy diferenciadas". Por un lado, el soneto. Y, por otro lado, "la poesía breve". Desde el punto de vista formal, Trapero aclaró que es un estilo "denso y conceptual", y diría "quevedesco", lleno "de contenido y "muy humana".

Juan José García señaló, por su parte, que "Fuertes es un humanista cristiano" que "tiene amigos en todos los espectros ideológicos, políticos y sociales". El motivo de que reciba tanta admiración es que el misionero "pone el corazón por delante" y "difícilmente existe una barrera que lo separe de alguien", aseguró.