La mujer que el pasado 22 de septiembre agredió con un arma blanca en la espalda a su compañero de piso ha aceptado esta mañana una pena de dos años de cárcel que quedará en suspenso durante tres años a condición de que cumpla con una estricta orden de alejamiento de que la jueza le ha impuesto respecto de su víctima.

Tampoco puede cometer ningún otro delito durante los tres años en los que la pena de prisión permanece suspendida.

La española Ana Luisa G., de unos 35 años de edad, reconoció ante la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, haber clavado una navaja en la espalda, a la altura de los riñones, a su compañero de piso, un hombre de nacionalidad marroquí y 48 años de edad.

La condena es por la comisión de un delito de lesiones con instrumento peligroso.

Además de los dos años de cárcel, la mujer ha aceptado una orden de alejamiento y prohibición de comunicación de tres años de duración.

También ha aceptado la responsabilidad civil impuesta por el juzgado, que suma 2.748 euros, 1.200 por las lesiones y 1.548 por las secuelas.

Estaba en prisión provisional

La mujer se encontraba en prisión provisional desde que fue detenida. Tras la agresión, huyó, y días más tarde se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Sant Antoni.

Los hechos ocurrieron sobre las 16 horas en la calle es Caló, en el término municipal de Sant Josep. La mujer atacó con un cuchillo de grandes dimensiones al hombre frente a un establecimiento de esta calle del barrio de Cala de Bou.

La presunta agresora y la víctima vivían en el mismo piso y, según la investigación, no mantenían ningún tipo de relación sentimental.

Al lugar del suceso acudieron dos ambulancias del 061 y efectivos de la Policía Local de Sant Josep y de la Guardia Civil.

Los sanitarios del servicio de urgencias del 061 trasladaron a Can Misses a la víctima, que presentaba heridas de arma blanca en la espalda, a la altura de los riñones. Unas dos horas después de llegar al hospital recibió el alta, informó un portavoz del Área de Salud de Eivissa y Formentera.

El herido y su presunta agresora son bastante conocidos en la zona, según explicó una trabajadora de un bar de la calle es Caló.