"No vamos a desterrar la discriminación histórica que han sufrido las mujeres ni vamos a avanzar hacia espacios menos violentos si desde instituciones tan básicas para la formación de valores como es la Iglesia católica en general, y la Diócesis de Canarias en particular, no sumamos. Y sumar es sumar en la igualdad, no sumar para seguir reforzando viejos estereotipos". Así lo afirmó ayer la viceconsejera de Igualdad y Diversidad del Gobierno de Canarias, Silvia Jaén en referencia a la sanción impuesta al Obispado por primar a los hombre en la contratación de profesores entre los años 2014 y 2017.
Jaén felicitó al STEC-IC, por haber sido capaz de llevar a cabo esta denuncia y sus consecuencias. "Es importante que se haya hecho pública para que toda la sociedad pueda conocer lo que hay detrás de una Diócesis que, en el fondo, entiende que las profesoras no son igual de válidas como referente para el alumnado que los profesores, y eso en si mismo conculca no sólo la legislación vigente sino el sentido común mayoritario en nuestra sociedad canaria".
La viceconsejera lamenta que a día de hoy se tenga que recordar que la calidad del profesor o profesora depende de su currículum, de su experiencia y de sus capacidades comunicativas, y no del sexo que esté conformado. "Más allá de la sentencia, sería bueno que la Diócesis de Canarias reflexionara sobre qué valores está transportando a la sociedad, qué está queriendo decir a su alumnado".
Silvia Jaén puso como ejemplo positivo la actitud del Obispado de Tenerife en su compromiso por sumarse a la lucha contra la discriminación a la mujer y la violencia de género. "Coincidí la semana pasada en la jornada sobre la trata de mujeres con fines de explotación sexual con el obispo de la provincia de Santa Cruz y acordamos que debemos reunirnos y trabajar conjuntamente para avanzar en espacios mucho mejores. Una conversación al respecto entre ambos obispos no estaría mal", subrayó la viceconsejera.
Valores
Jaén concluyó que el refuerzo de "viejos estereotipos" que deberían estar desterrados, son contrarios al esfuerzo que se hace para lograr una "Canarias libre de violencia machista", por lo que anunció su disposición a reunirse, tanto con el Obispado como con representantes de otras creencias. "Desarrollar un nuevo paradigma para una Canarias libre de violencia supone que todos los que generan valores entiendan que esa meta es hacia la que tenemos que ir, no podemos proyectar un territorio libre de violencia machista si seguimos cuestionando la función profesional de la mujer".
