El pasado domingo, 13 de octubre, el día despuntaba con la triste noticia del fallecimiento de Mariceli López Fernández, a la edad de 80 años. Hija de Juan Francisco López Soca (natural de Lanzarote) y Concepción Fernández Miranda (natural de Galicia). Mariceli, como así la llaman desde niña, nacía un 29 de diciembre en la capital grancanaria.

Su infancia y adolescencia son recuerdos de una cría feliz que vivió en Ciudad Jardín, un barrio residencial ubicado en pleno centro de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, donde también estudió en el Colegio Santa Teresa de Jesús, centro educativo católico que pertenece a la Escuela Teresiana.

Con tan solo 18 años, completamente enamorada, contrae nupcias con Jesús Urriza Echegaray, junto a quien lleva una vida muy dichosa. El matrimonio se traslada entonces a vivir a Tafira, hace justo 55 años, la edad de su primer hijo varón. La pareja tiene dos hijos más (otro niño y una niña).

Mariceli queda viuda siendo aún una mujer joven, pero cierra su corazón al amo, y permanece profundamente enamorada de su marido hasta el último día de su vida.

Serena, alegre y humana, Mariceli fue una mujer muy querida que cuidaba a todo el mundo que se le acercara. Se agolpan en los recuerdos su bondad y sus gestos de ternura. Era noble y desprendida. Le gustaba recibir en casa, hacer grandes meriendas a sus amigas, pues era una gran cocinera y mezclaba recetas de su madre gallega con la cocina canaria. Pero su gran especialidad era la repostería, de la que podía presumir sin rubor.

Sus compañeros de Bridge del Club Naútico le concedieron en el año 2016 un Premio AS de corazón a la Calidad Humana. Un galardón que resume perfectamente que su alma estaba forjada de los materiales más nobles.

Mariceli López Fernández deja tres hijos, seis nietos y tres biznietos. Una familia que sólo tiene palabras bellas para ella. "Siempre hacía mejores a los demás". Descanse en paz.