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Entrevista | Leocadio Martín

"Las emociones son reacciones normales que tenemos que conocer, no evitarlas"

"Nos ayudan a ser felices la generosidad, la gratitud o la empatía, cosas que hacemos día a día sin darnos cuenta", manifiesta el psicólogo y máster en drogodependencias

El psicólogo y autor de 'La felicidad: qué ayuda y qué no', Leocadio Martín. LP

Su libro lleva un título interesante: La felicidad: qué ayuda y qué no

Vivimos en un mundo que desde hace muchos años nos vende una felicidad cosmética, una fake happines que nos confunde. Parece que llegamos a ser felices y ya está cuando es algo que se desarrolla toda la vida de modo diferente para cada persona y cultura. El libro propone aspectos que no nos ayudan a ser felices, tales como el ego, juzgar a los demás o el resentimiento. Nos ayudan a ser felices la generosidad, la gratitud o la empatía, cosas que podemos hacer cada día sin darnos cuenta. El ser humano tiende a lo negativo por el sentimiento de protección que nos acompaña desde los orígenes del hombre. Planteo hacer un chequeo emocional a primera hora de la mañana y a última de la noche para ver qué cosas nos han hecho sentirnos vivos ese día y cómo hemos influido en los demás positivamente.

Habla de la "dictadura de una felicidad impuesta". ¿Cabe calificar eso de felicidad?

No, pero te la venden como tal. Hay un matiz entre el pensamiento positivo, la actitud positiva ante la vida incluso ante las vicisitudes, frente a la psicología positiva donde en los momentos más complicados se enfocan las cosas en positivo. En el libro se habla también del "buen enfado". Actualmente, a emociones normales las llamamos negativas. Estas no existen.

También alude al "derecho" a estar tristes, pero la mayoría huye de ese derecho, que no depende de la voluntad personal.

La tristeza nos dice que algo o alguien nos importa. Todos vivimos los duelos, las pérdidas de trabajo o de amigos que fallecen o se van de viaje una larga temporada. Hay múltiples factores que, a lo largo de nuestra vida, nos hacen estar tristes. Lo que hay que evitar es quedarse a vivir en la tristeza. Hay que respetar siempre que cada uno tiene sus tiempos, es decir, que hay personas a quienes les puede costar años procesar el duelo mientras que otras conviven mejor con el dolor. Esto lo desactivan las redes sociales basura donde todo el mundo aparece en las fotos con una sonrisa cuando en realidad pueden sentirse muy tristes. En estos últimos años hemos visto la obligación de que la gente tome las cosas de forma positiva. No se le puede decir a una persona que lo está pasando realmente mal que se tiene animar. Eso depende de su actitud ante la vida.

¿Entiende la gente el sentido real de estos planteamientos?

En el libro trato de traer la psicología que usamos día a día a la realidad. Lo llamo la psicología para entendernos a nosotros y lo que ocurre a nuestro alrededor. Sostengo que está bien conocernos y aceptarnos y ello nos llevará a cambiar muchas cosas. Hay gente que llega a la consulta pensando que debería ser feliz, pero comienzas a analizar su vida y ves que tiene múltiples problemas y unas circunstancias duras que ha de aprender a gestionar y a separar e intentar aprovechar lo que en su vida le pueda hacer feliz aunque si se está pasando mal no se puede mantener una sonrisa todos los días.

Psicología para entendernos es el subtítulo del libro. ¿Hay psicologías (o psicólogos) ininteligibles?Psicología para entendernos

Tenemos que hacer un esfuerzo desde todo el ámbito social y sanitario para saber explicar nuestros conocimientos. Hay compañeros psicólogos que no saben explicar quizá por exceso de conocimientos. Soy un defensor de la divulgación científica que se entienda y sea útil al ciudadano.

Clasifica usted las seis emociones básicas: miedo, sorpresa, aversión, ira, alegría y tristeza. ¿Cuáles de entre ellas definen mejor este siglo?

Me gustaría pensar que es un siglo de oportunidades y alegría, pero casi es verdad que se mueve entre una continua alegría y tristeza. Las crisis económicas han hecho que tengamos a muchas personas pasándolo mal. Las emociones son reacciones normales que solo tenemos que intentar conocer, no evitarlas. Intentar estar siempre alegre, evitar estar tristes o no enfadarnos, lo que consigue es que vivamos descompensados porque no permitimos que la expresión de cómo nos sentimos salga a la luz. El asco, por ejemplo, que ahora es una emoción secundaria, nos permitió sobrevivir en otras épocas cuando veíamos que un alimento estaba en mal estado. Las emociones nos ayudan a tener una vida mejor, pero pasarse de emociones como, pretender estar siempre alegres, traerá, posiblemente consecuencias como caer en la tristeza y, al final, deber acudir a un psicólogo o a un psiquiatra que nos ayuden a conseguir el balance normal de nuestra vida.

Dice cosas tan sorprendentes como que un buen enfado "establece una dinámica emocional que puede ser muy beneficiosa".

Es normal que nos enfademos si algo no nos parece justo. Otra cosa es que asociemos el enfado a perder el control, a la falta de respeto o a la ira, que no es mala si no nos pasamos. Enfadarse significa que algo me importa.

Las redes le han convertido en uno de los psicólogos más influyentes del área hispana. ¿Cómo es el feed-back

Empecé a contar psicología desde mi blog, cámbiate.info, y desde redes sociales y resultó una sorpresa muy agradable empezar a recibir multitud de mensajes de personas que te consultan de todas partes del mundo. La gran mayoría de la gente me pregunta si es normal lo que le está ocurriendo. Nosotros, los psicólogos damos permiso al decir que sí que es normal encontrarse triste o enfadado. Con un simple mensaje este tipo de consultas se suelen solucionar. Me gusta mucho la interacción en las redes, no solo publicar. A veces respondo las consultas en abierto para todos los lectores y otras, en las que veo situaciones más complejas, las respondo en privado para que esa persona elija si quiere o no publicar la contestación.

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