Una situación embarazosa y desagradable. Eso fue lo que vivieron el 22 de abril de 2018 una menor, entonces de 15 años, y su madre en los jardines del hotel Reconquista tras ver cómo un joven se les acercaba al mismo tiempo que se masturbaba en plena calle. El chico, de nacionalidad extranjera, aceptó ayer una multa de 1.080 euros en el Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo, a cambio de no tener que cumplir una pena de nueve meses de cárcel reclamada inicialmente por la Fiscalía.

La condena no contenta a la familia de la víctima, que ayer estaba visiblemente nerviosa antes de la vista oral fijada para las diez y cuarto de la mañana. Finalmente, el acuerdo evitó que la menor tuviera que pasar el mal trago de declarar detrás de un biombo. "Tememos que luego nos reconozca por la calle", admitían en la puerta del Juzgado, a escasos metros del acusado y sus acompañantes.

La progenitora de la menor admitió que le hubiera gustado evitar el procedimiento judicial para pasar página de lo sucedido, pero la situación les obligó a presentar la correspondiente denuncia. "Se nos acercaba cada vez más, escondido detrás de un seto y decidimos acudir directamente a la Comisaría situada a escasos metros", relató la madre de la chica.

La abogada del acusado acordó con la Fiscalía cambiar la pena de cárcel por una multa, aceptada finalmente por la familia del ya condenado.

"Entiendo que algo tendremos que pagar", comentó en voz alta un acompañante del chico, al que se le impuso una sanción que abonará de manera fraccionada con una cuota de 90 euros al mes. En caso de no pagar el dinero podría tener que ingresar en la cárcel, pero de momento tiene ganada su libertad.

Orden de alejamiento

Lo que no varió respecto a la petición de la Fiscalía es que el condenado tendrá que respetar desde hoy una orden de alejamiento superior a un radio de 500 metros de distancia de la víctima con una duración de un año y nueve meses. Un castigo que el acusado aceptó visiblemente satisfecho tras eludir una condena mucho más severa.