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Entrevista | Pierre Assouline

"Pido la abrogación del decreto de expulsión de los judíos"

"Me parece una locura que alguien pueda creer en la independencia de Cataluña", destaca el escritor

Pierre Assouline. p. a.

El libro es una carta al rey Felipe VI en la que le dice que los desterrados también han echado de menos a su amada Sefarad. Assouline lleva cuatro años a la espera de conseguir su ansiado pasaporte y ya no disimula su hartazgo por las trabas administrativas del expediente, pero, avisa, no va a renunciar a ser español y menos en un momento tan delicado en el que hay españoles que quieren dejar de serlo. "Me parece una locura creer en la independencia de Cataluña", expresa a Epipress.

¿Por qué está tan necesitado de retornar a Sefarad, Pierre?

Es una necesidad simbólica que nada tiene que ver con la necesidad vital de otros judíos de Venezuela, México o Turquía. Yo soy francés y disfruto ya de un pasaporte europeo. El anhelo de retorno me vino tras escuchar al rey Felipe VI en 2015.

Y lo que dijo fue que España echaba de menos a los judíos expulsados en 1492.

Exacto. Recibí ese mensaje con mucha emoción. Nunca me hubiese imaginado que el Rey fuese a hacer esa declaración. Soy sefardí, esa es mi identidad, mi educación y mi cultura.

¿Echó en falta que el Rey no pidiese perdón por lo que habían hecho los Reyes Católicos?

Los Reyes no piden perdón.

Su novela es en realidad una carta al rey Felipe VI para decirle que ustedes, los expulsados, también le han echado de menos.

Exactamente. Quise decirle que nosotros, los sefardíes, también hemos echado de menos nuestra casa.

¿Qué reacciones ha tenido de La Zarzuela?

El Rey me escribió una carta en francés agradeciéndome que le hubiese enviado el libro y reconociendo que Sefarad es una parte muy importante de la historia de España y del Mediterráneo.

¿Considera necesario anular ese decreto de expulsión?

Yo no solo reclamo el pasaporte español sino que pido sobre todo la abrogación de ese decreto. Es un escándalo que aún siga vigente ese edicto de 1492.

¿Cómo va su expediente para conseguir el pasaporte español?

Espero por él desde hace cuatro años. Es cierto que si llevo cinco siglos esperando puedo esperar un poco más, pero mi paciencia tiene un límite.

¿Tanto como para tirar la toalla?

No voy a renunciar a ese pasaporte, pero estoy muy decepcionado por la espera.

Usted quiere ser español justamente cuando hay españoles que pelean por dejar de serlo.

Sí, es algo que puede parecer cuanto menos curioso. Los sefardíes tenemos nostalgia de España mientras algunos españoles quieren dejar de serlo. Eso es una realidad.

Es usted un francés en busca de sus raíces españolas. ¿Cómo hace compatible su condición de francés con su deseo de nacionalizarse español?

Para mí no existe ninguna contradicción ni problema porque España no me exige que renuncie a la nacionalidad francesa. Mi identidad es una mezcla de francés, español, sefardí, judío y marroquí de corazón. Soy europeo, mediterráneo y atlántico.

Su madre le cantaba canciones en castellano cuando era niño.

Me cantaba en ese castellano viejo que se llevaron los judeo-españoles expulsados. Era emocionante.

¿Qué sabe a grandes rasgos de los avatares de sus antepasados desde que tuvieron que abandonar España?

No sé nada porque no hay archivos escritos. Todo se transmitía a través de la tradición oral, con las canciones y, sobre todo, con las recetas de la cocina. Eso sí que es cultura.

¿Por qué se siente usted tan optimista sobre el futuro de España?

Porque soy de naturaleza optimista que es lo mejor que se puede ser para afrontar los embates de la vida. Confío en la inteligencia colectiva española.

¿Cómo ve usted el problema catalán desde su doble condición de francés y español?

Comprendo en parte el sentimiento del nacionalismo catalán, pero me parece una locura que alguien pueda creer en la independencia de Cataluña cuando ni es un país ni una nación, pero es que además qué futuro le espera a una Cataluña independiente fuera de la Unión Europea, sin empresas y sin Messi.

Usted se queja de que los españoles, al contrario que los franceses, no sabemos tener una conversación en grupo porque enseguida nos ponemos a gritar. ¿Qué siente al escuchar las tertulias de las emisoras de radio y televisión españolas?

¡Madre mía! Es imposible mantener una conversación en España sin escuchar gritos. No solo pasa en la tele o en la radio, es muy difícil hablar con los amigos.

¿Cree que hay algún rasgo singular que marque la personalidad del español?

El español es demasiado temperamental y exaltado.

¿Está creciendo en el exterior la imagen de que ha vuelto el franquismo?

El PP neutralizó el franquismo de forma muy inteligente pero ahora surge Vox como reacción al nacionalismo catalán y los periódicos hablan todos los días de Franco cuando lo importante no es el cuerpo de Franco que va a sacar Pedro Sánchez del Valle de los Caídos, sino que el franquismo habita aún en el alma de algunos españoles.

¿Hasta qué punto sigue España estigmatizada por la Guerra Civil de 1936?

Es que la Guerra Civil también pervive en el alma de muchos españoles de la misma forma que no se ha borrado la huella en Francia de la ocupación del país por los nazis.

¿Cuál fue en su opinión el gran acierto de De Gaulle en la reconstrucción de Francia tras la Segunda Guerra Mundial?

Charles de Gaulle se creó una leyenda blanca para proclamar que todos los franceses eran gaullistas durante la ocupación. Eso es mentira pero logró de alguna manera unir a todos los franceses.

¿Fue muy duro con los intelectuales colaboracionistas con el nazismo en el proceso de depuración que usted aborda en uno de sus libros?

No fue una depuración tan dura. Quiso convertirse en el presidente de todos los franceses y de alguna forma lo logró.

Señor Assouline. ¿Cómo ha encajado la decisión de la editorial Gallimard de suspender la edición de los textos antisemitas de Louis-Ferdinand Celine que usted iba a prologar?

El director de la editorial, Antoine Gallimard, tuvo que suspender la edición de esos textos por la polémica absurda que se desató en Francia y porque se sintió atemorizado por los ataques a la editorial. Para mí es un escándalo que no se pueda publicar la obra de uno de los escritores más importantes de Francia del siglo XX.

¿Cuál era su argumento prologal en favor de la publicación de esos panfletos antijudíos de un gran escritor?

Quería explicar quién fue Celine no para justificar esos tres panfletos antisemitas, sino para comprender por qué los escribió. Quería tratar de desvelar a ese misterioso Celine.

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