El Juzgado de Violencia Sobre la Mujer decretó el 27 de septiembre prisión sin fianza para un acusado de arrojar a su esposa por el balcón, un segundo piso del municipio de Sant Josep , confirmó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB). La mujer, de 31 años, tiene fracturas en ambas piernas, según consta en el parte médico, además de otras lesiones. Tiene enyesadas las piernas desde los tobillos hasta las rodillas y se desplaza en silla de ruedas. Estuvo ocho días hospitalizada en Can Misses. El juzgado ordenó el ingreso en prisión del sospechoso por un delito de lesiones, si bien la Guardia Civil, que fue quien arrestó al hombre, le atribuye un delito de homicidio en grado de tentativa. El detenido, un empresario y expolítico de Sant Josep de unos 60 años, asegura que él no arrojó a la mujer por el balcón, y que no sabe cómo acabo herida en el jardín de sus vecinos. Él estaba en su habitación y no se enteró de lo ocurrido, según su versión.

El abogado de la víctima, Joan Cerdà, dijo ayer que su clienta asegura que, hace unos meses, denunció a su marido por presuntos malos tratos. La mujer dice que presentó la denuncia en cuartel de la Guardia Civil de ses Païsses, pero lo cierto es que no consta, señaló Cerdà. Por su parte, la defensa del detenido reclamó la semana pasada su puesta en libertad, e insiste en su inocencia. Sin embargo, la Fiscalía de Ibiza rechazó sus argumentos y se adhirió a la resolución de prisión provisional sin fianza dictada por el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer. La orden de prisión la emitió la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza, María Luisa Bustillo, que sustituía a la magistrada del Juzgado de Instrucción 3 de Ibiza, Carmen Martín, que estaba de vacaciones, y que, a su vez, cubría la ausencia del titular del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer, Juan Carlos Torres, que también estaba de días libres.

«Friamente»

Según la denuncia, fueron los vecinos del bajo en cuyo jardín cayó la mujer quienes dieron la voz de alarma. Acudieron ambulancias y patrullas de la Policía Local de Sant Josep y de la Guardia Civil. «El presunto agresor la arrojó friamente, y no se interesó por el resultado del empujón (...) A pesar del ruido formado por la Policía y la ambulancia él nunca salió al exterior, y ni tan siquiera abrió la puerta a la Policía en un primer momento», se señala en las diligencias de la Guardia Civil. El acusado declaró que se había encerrado en su habitación hasta la llegada de los agentes para no encontrarse con su cónyuge, «manifestación inverosímil a juicio de esta instrucción, pues precisamente desde su habitación es donde ocurrieron los hechos», señala la Guardia Civil. En el atestado se dice también que antes del suceso la pareja discutió sobre la posibilidad de separarse, algo que, según la mujer, él no aceptaba. En la denuncia se consigna también que el hombre amenazó de muerte a la mujer tanto ese día como en ocasiones anteriores.