Podría pasar por la dulce abuelita del edificio pero la Policía asegura que no: "Nos ha engañado a todos porque interpreta un papel brillante". Lo que hace esta señora de 76 años es vigilar la escalera y el ascensor para entrar a robar en los pisos. Aunque no lo parezca es una camaleónica ladrona.

Tiene 8 identidades distintas y acumula 40 detenciones. Además de mostrarse como una persona violenta que no para de insultar y amenazar a los agentes.

Está acusada de pequeños hurtos y robos en apartamentos vacacionales en pleno centro de Málaga. Entra en las viviendas, coge lo que dejan los despreocupados turistas y en un par de minutos se marcha. Si la pillaban simulaba estar despistada o desorientada cuando en realidad estaba muy atenta a su botín.