En su conferencia de ayer en la Facultad de Ciencias de la Educación de la ULPGC

Todos pertenecemos a un contexto determinado, hemos nacido en un lugar, crecido en una familia e ido a una escuela determinadas que nos han enseñado una serie de elementos que tenemos en común, donde hay una visión de la mujer o de las personas que vienen de otro lugar. A esto se le llama proceso de socialización primaria y secundaria. Ninguno nos escapamos de ello. Si, por ejemplo, la visión del mundo que poseemos es machista somos machistas porque lo hemos mamado. Si en nuestra casa hay una visión negativa con respecto a los migrantes lo mismo vamos a tener.

¿Cómo podemos evitar comportarnos así?

Al ser conscientes de ello, reflexionando es cuando podremos desmantelar los prejuicios y estereotipos con que contamos. Por ejemplo, yo en un momento dado, vi que pilotaba un avión una mujer y pensé que cómo iba hacerlo porque es algo que me han enseñado. Así que tuve que reflexionar: ¿Y por qué no lo va a hacer? Vi que primero tienes que cambiar tú tus prejuicios y pensar en qué se basan, si lo que piensas es real o no, para luego ayudar a otros a que también cambien.

¿Desde cuándo existen los discursos de odio en que centró su charla? ¿Cómo se manifiestan actualmente?

Siempre han existido, son inherentes al ser humano. Las personas tenemos que llamar a las cosas de una determinada forma, categorizarlas, algo que se incluye en la psicología social. El discurso de odio supone el ataque a personas que pertenecen a otros grupos. Actualmente ha cambiado la forma de difusión. Antes se restringían al ámbito privado. Luego aparecieron los medios de comunicación y ayudaron a la difusión de los discursos de odio, pero ahora también contamos con Internet, redes sociales y lo que expresamos en público.

Y dentro de todo esto habla usted de la actitud humana...

Sí, todas las actitudes tienen tres componentes: cognitivo, comportamental y afectivo. El cognitivo incluye aquello que pensamos, lo que luego se reproduce como estereotipo hacia un grupo. Por ejemplo, las mujeres son de tales características, los canarios, de otras, los madrileños de otras tantas... Eso lo hemos ido aprendiendo de nuestra familia, nuestro grupo de iguales y nuestro contexto. En cuanto a la parte afectiva, por ejemplo, yo sé que los catalanes son de tal manera u otra, pero, ¿qué sensación me generan? Ahora con el procés es un tema muy palpable en la gente que enseguida sale a la luz, es decir, que la gente se enfada. Esto lleva al prejuicio. Por ejemplo, los catalanes son tacaños y además malos. En tercer lugar, la actitud cuenta con la parte comportamental, es decir, cómo yo me comporto ante eso que pienso y que siento. Normalmente en los discursos de odio esto está vinculado con una discriminación.

¿Cómo funciona el iceberg del odio?

Es una escala. Una serie de ideas negativas van calando en la persona hasta que llega un punto en que si siguiesen avanzando se podría acabar en un genocidio. Por ejemplo, lo que ocurrió con el holocausto en Alemania del pueblo judío. Al principio se comenzó con los estereotipos de los judíos, un elemento cognitivo de la actitud humana. Luego se vincularon a un prejuicio: los judíos son de tal manera y además me generan esta sensación. Esto llevó luego a la discriminación que primero no se veía hasta que comenzaron las manifestaciones en la calle y a señalar una casa judía, por ejemplo. Después comenzaron las agresiones físicas y verbales y todo ello acabó en genocidio.

Añádame otro ejemplo.

Otro hecho relacionado con esto es lo que pasó en Estados Unidos hace un par de meses con las políticas y, sobre todo, el discurso xenófobo de Trump en estos cuatro años hacia los sudamericanos, la tragedia de El Paso, donde una persona comenzó a disparar a mexicanos alentado por el discurso de: son todos violadores, narcotraficantes, etc... Estas ideas van calando y a uno se le fue la cabeza porque quizás estuviera en una circunstancia de paro, o en una situación de crisis en su vida.

¿Qué significan los discursos de odio para la Fundación Educativa y Asistencial CIVES de la que usted es coordinador?

Utilizamos la fórmula de la Comisión Europea para definirlos. Se trata de cualquier expresión que genera una vulneración o un ataque hacia personas individuales o grupos o colectivos por cuestión de origen étnico, religión, etc.

¿Qué variedades hay de este tipo de discursos?

Se clasifican, sobre todo, en función del grupo al que vulneran. Existe: la transfobia, la LGTBI fobia, los movimientos antisemitas en contra del pueblo judío, los antigitanos y la islamofobia, entre otros.

¿Qué persiguen?

Desmejorar la imagen de un determinado grupo que se considera externo. Por ejemplo, en el caso de los judíos se quería beneficiar a los alemanes y al partido, a la población blanca y heterosexual que consideraba que la crisis económica era causada por los judíos, entre otros problemas más. Ese discurso de odio generó un rechazó en el resto de la población y sirvió para que el grupo que lo estaba emitiendo se beneficiase de dicha situación.

¿Opina usted, entonces, que habría que limitar la libertad de expresión para que no ocurran estas situaciones?

Habría que utilizar siempre el diálogo sin llevarlo todo al terreno judicial y sin tener que considerarlo un delito en todo momento, cuando alguien se extralimita en sus opiniones. Pienso que sí que se tendría que eliminar cualquier discurso que genere la anulación de un individuo o grupo. Hay mucho debate sobre la libertad de expresión. Muchas personas consideran éticamente que debería estar más limitada y otras que no.

¿Cuáles son los efectos de los discursos de odio sobre la persona y el grupo?

A nivel individual afecta a la autoestima, a la visión que uno tiene sobre sí mismo, a otros problemas psicológicos vinculados e incluso, se puede llegar al suicidio. A nivel social se manifiesta una discriminación que se puede ver, por ejemplo, por actos vandálicos, como pintadas en la calle, insultos, agresiones físicas, violaciones, actos terroristas y, finalmente, al genocidio.

¿Qué sentimientos le generan los discursos sobre los inmigrantes de Trump y Vox?

Que están en contra de los derechos humanos, vulneran los derechos fundamentales de otros grupos, lo que tendría que estar penalizado.

Manifiésteme un ejemplo de discurso de odio en Las Palmas.

El otro día vi un vídeo donde aparece un chico en un autobús que mantiene un discurso homófobo contra dos personas que van en el mismo autocar.