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Los investigadores reclaman más recursos para el estudio de la biodiversidad marina

La ULPGC, a través del Instituto Ecoaqua, acoge la reunión final del proyecto de Ordenación Espacial Marina en la Macaronesia financiado por la Unión Europea

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Reunión final del proyecto europeo MarSP en la ULPGC

Investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria reclaman un mayor apoyo por parte de las administraciones canarias para poder avanzar en el conocimiento de la biotecnología marina, de cara a planificar su uso sostenible como fuente de actividades económicas como el ecoturismo (buceo, cetáceos, conservación del angelote...). Así lo afirmó ayer Ricardo Haroun, investigador del Instituto Universitario Ecoaqua (Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos) de la ULPGC, principal organismo encargado de desarrollar el proyecto de Ordenación Espacial Marina en la Macaronesia (Macaronesian Maritime Spatial Planing - MarSP) en la Demarcación Marina de Canarias.

Dicho proyecto, financiado con más de dos millones de euros por la Unión Europea, celebró ayer su reunión final en la sede institucional de la ULPGC, donde se expusieron las principales acciones realizadas para fortalecer la posición de la Macaronesia en el contexto mundial. Se trata de una región rodeada por una gran área marítima con un potencial económico reconocido y con una creciente demanda por parte de diversos sectores de crecimiento azul (turismo, biotecnología, investigación científica), así como de actividades potenciales, ambientalmente sensibles (extracción de minerales, aguas profundas, perforación, prospección de recursos) que necesitan atención especial.

Colaboración

Uno de los pasos más importantes que se han dado en este campo, gracias a la iniciativa MarSP, ha sido aglutinar a todos los sectores que trabajan en el ámbito marino. "A través de este proyecto se ha logrado romper el planteamiento clásico de trabajar de una forma más sectorial, autónoma, sin saber muchas veces lo que hacen los demás. La información y la visión de conjunto puede generar sinergias o incluso zonas multiusos", indicó Haroun

Para el investigador, uno de los resultados más importantes del proyecto es que, por primera vez, "Canarias empieza a pensar en el medio marino como un todo", como un conjunto y no como actividades sectoriales que se van a ordenar de una manera separada, sino tratando de ver cuáles son los usos potenciales, las actividades comerciales o de conservación que se están desarrollando o se pueden desarrollar en un futuro cercano en el océano.

"Desde la Universidad estamos tratando de generar, en primer lugar, el conocimiento, juntar todo eso que estaba disperso y no compartido, y generar ese catálogo de actividades, para luego empezar a ver los objetivos de desarrollo de los diferentes sectores", apuntó el investigador de Ecoaqua, poniendo especial énfasis en sectores aún por explotar como la extracción de minerales de los fondos del océano o de su biodiversidad.

"Respecto a la extracción de minerales, se habla del 2040 o 2050, pero habría que empezar ya a ver qué tenemos en los fondos marinos de minerales que puedan ser de interés o no, conocer qué investigaciones se están realizando con los organismos correspondientes. Hay un gran desconocimiento sobre estos recursos, hablamos de 400.000 kilómetros cuadrados de mar, no de una zona concreta, por tanto hay que invertir mucho en conocimiento".

En biodiversidad, indicó que apenas se ha chequeado los primeros 80 metros en un mar con 3.000 metros de profundidad. "A pesar de toda la investigación que se hace nos falta mucho por conocer. En los 90, con un barco alemán y un submarino norteamericano hicimos prospecciones de hasta 1.000 metros de profundidad y se veían ecosistemas espectaculares. Habían, por ejemplo, esponjas más grandes que una persona, a saber qué productos se podrían sacar de ellas. En biotecnología hay una riqueza importante que no conocemos", y añadió la necesidad de definir las áreas compatibles para impulsar las energías marinas, como oportunidad para alcanzar una independencia energética sostenible.

"Tenemos espacios protegidos con la Red Natura 2000, pero con este estudio se está viendo que faltan muchas áreas por proteger. Y no sólo se precisa más inversión, también que se genere esa cultura de cooperar, de compartir, entre las administraciones autónoma y estatal a nivel de competencias; además de que se desarrollen los mecanismos legales que nos permitan hacer una explotación sostenible de los recursos marinos", concluyó Ricardo Haroun.

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