Una grave negligencia en Madrid acabó con la muerte de un joven de sólo 24 años. Así lo prueba la conversación que mantuvo su madre con el médico del SUMMA, cuando, por teléfono, pidió ayuda a Emergencias de la Comunidad de Madrid. Ante la insistencia del médico del SUMMA, la víctima termina poniéndose al teléfono. Resulta muy duro escuchar esa conversación en presencia de unos padres que se han venido abajo. Nada más colgar, Aitor quedó inconsciente y entró en parada cardiorrespiratoria. Cuando llegó la ambulancia, 23 minutos después, se encuentraba en muerte cerebral y falleció cuatro días después. La familia denuncia que ese tiempo de espera le causó la muerte y no el trombo pulmonar que le había provocado la asfixia.