En el banquillo se sientan los detenidos por el 'Proyecto pilla-pilla', un grupo que imitaba a otro de origen ruso que tendía emboscadas a homosexuales con el fin de humillarles y grabarles en vídeo para difundirlo por las redes sociales. Su líder, un joven de origen ucraniano, se enfrenta a 21 años de prisión, al igual que su más estrecho colaborador, mientras que para los otros 3 integrantes piden penas de 15, 6 y 2 años. Se les acusa de pertenecer a un grupo neonazi cuyo pretexto era neutralizar pederastas, pero según la fiscalía y la acusación sólo pretendían humillar y vejar a los homosexuales. Se les acusa de tres delitos de odio, contra la integridad moral y la intimidad de las víctimas.