Cada año nacen en el mundo cerca de 15 millones de niños prematuros y muchos de ellos acarrean problemas de salud a lo largo de su etapa de desarrollo. Para dar visibilidad sus dificultades, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra hoy el Día Mundial del Niño Prematuro. En Canarias, la tasa de niños precoces alcanza el 7,5% del total de nacidos, según revelan las cifras registradas por el Instituto Canario de Estadística.
Con motivo de esta fecha, el Colegio de Fisioterapeutas de Canarias ha llevado a cabo talleres en ambas capitales bajo el lema Encuentro de familias de bebés prematuros y fisioterapia, para concienciar a la sociedad de los beneficios que tiene la fisioterapia para los bebés nacidos de forma prematura.
La fisioterapeuta del hospital Materno Infantil, María Batista, quien está especializada en el tratamiento de niños prematuros, ofreció una conferencia en la que destacó que los padres deben convertirse en los principales cuidadores de sus hijos e integrarse en el equipo que los atiende. El Materno cuenta con una escuela de padres para niños prematuros, de la que Bautista es responsable, en la que enseñan a favorecer el desarrollo de los niños a través de las actividades de la vida diaria.
"La escuelita de padres se creó para que los niños no tuvieran que asistir a un tratamiento tan estricto", señala la fisioterapeuta. Antes, en condiciones normales, los niños tenían que acudir a tratamiento unas tres veces por semana, hasta que se determinaba que su desarrollo podía ser bueno. Sin embargo, ahora, los profesionales encargados de su cuidado enseñan a los padres estrategias y ejercicios que pueden realizar en casa, por lo que solo tienen que acudir a la rehabilitación una vez a la semana. Así, "evitamos que los bebés estén en contacto con otros niños que les pueden contagiar algo y que los padres se tengan que desplazar tantas veces", detalla Batista.
Una de las principales preocupación de los padres de bebés prematuros es si su hijo será como el resto de niños. Los progenitores "entran en una burbuja de superprotección, porque no saben lo que le puede pasar al bebé, que es muy vulnerable", explica Bautista, quien apunta que un momento muy importante para los padres es cuando ven a sus hijos caminar, "ahí ya se tranquilizan".
La Sociedad Española de Neonatología recomienda que, según los problemas que haya tenido cada niño, se sigan bajo la supervisión de los médicos rehabilitadores hasta los 7 o 14 años, ya que cuando inician la etapa escolar pueden aparecer problemas de aprendizaje, especialmente con las matemáticas, la escritura o la lectura.
La OMS determina el límite de las 40 semanas para hablar del crecimiento saludable intrauterino de un bebé, pero uno de cada diez niños que nacen en España son prematuros. Estos menores se pueden enfrentar a discapacidades físicas, neurológicas o de aprendizaje durante toda la vida.
Cuantas menos semanas de gestación, el grado de inmadurez del bebe se incrementa, y por consiguiente las dificultades de adaptación al mundo exterior crecen. Más allá del uso indiscutible de incubadoras, que simulan el estado gestacional dentro del útero materno y que son imprescindibles para su supervivencia, el tratamiento fisioterapéutico de estos bebés debe efectuarse de forma precoz. La fisioterapia permite luchar contra algunas secuelas, principalmente las relacionadas con la motricidad y la respiración. Actúa favoreciendo el desarrollo neuropsicomotor de niños prematuros, corrigiendo posturas viciosas, asimetrías o deformidades, entre otras.
El control motor y el desarrollo madurativo del niño prematuro deben estar supervisados por un fisioterapeuta en todas las etapas de su vida, ya que su percepción del espacio y el control de su propio cuerpo con respecto a este y a los demás suele estar alterado, puesto que su procesamiento sensorial no es igual que el de un niño que nace tras una gestación completa.
