La Audiencia Provincial ha condenado a diez años de prisión a un hombre por abusos sexuales y malos tratos a los dos hijos de su pareja, un niño y una niña que tenían entre tres y cinco años, en Palma. El tribunal condena a la madre por presenciar las agresiones sin hacer nada para evitarlas, pero la absuelve de conocer y no impedir las violaciones a la niña. La sentencia concluye que el acusado sumió en "un clima de terror" a los menores, que padecen importantes secuelas que probablemente sean "irreparables".

Los hechos ocurrieron en el domicilio de Palma donde la pareja y los dos hijos de ella convivían. El acusado, de 33 años, gritaba y agredía habitualmente a los niños, a los que daba puñetazos y golpes y llegó a lanzar al suelo, según declara probado la sentencia de la sección primera de la Audiencia. Las magistradas detallan que en una ocasión causó una fractura en el brazo de la menor al tirarla al suelo y que en 2016 ya fue sentenciado por una grave agresión al niño, al que golpeó en la cabeza.

El fallo destaca el miedo que tenían las dos víctimas, que vivían "en un clima de terror" por estas agresiones. La madre, conocía estos malos tratos a sus hijos e incluso presenció muchos episodios sin hacer nada para impedirlos, concluyen las juezas.

La niña, además de las agresiones físicas, sufrió abusos sexuales continuados por parte de su padrastro cuando tenía entre 4 y 5 años. El hombre, cuando se quedaban solos en la vivienda, la desnudaba y la sometía a todo tipo de prácticas sexuales. El tribunal no considera probado que la madre estuviera al corriente y tolerase estos abusos.

Los dos pequeños no recibían una alimentación adecuada e iban al colegio mal aseados. Los servicios sociales acabaron actuando y en abril de 2014, después de que el niño llegara al centro escolar con un fuerte golpe en la cabeza, la pareja fue detenida y el Consell asumió la tutela de los dos hermanos.

Durante el juicio, celebrado a puerta cerrada, los dos acusados negaron todas las acusaciones. El tribunal toma como principal prueba de cargo las declaraciones judiciales de los dos pequeños, en los que contaron con detalle los episodios de malos tratos y los abusos sexuales padecidos. Los informes emitidos por los técnicos del Consell destacan la conducta sexualizada de la niña y el comportamiento agresivo del niño. Las juezas concluyen que los dos menores padecen importantes secuelas por la que han precisado tratamiento terapéutico. "Se trata de dos menores desestructurados, muy dañados [...] y no puede descartarse que, con mucha probabilidad, sean irrecuperables", expone la sentencia.

El fallo considera al hombre autor de un delito continuado de abuso sexual, por lo el que le impone siete años de cárcel, y otro de maltrato habitual, penado con tres años de prisión. La madre es considerada responsable del delito de malos tratos en la modalidad de comisión por omisión. Además, la sentencia les impone una orden de alejamiento de los niños y les ordena indemnizarlos con un total de 40.000 euros. El fallo puede ser recurrido.