A ritmo descompás porque van a ciegas. No les importa si afinan o si muestran una bonita coreografía. Lo que quieren es que se les escuche de una vez porque con el silencio no ven abances. Las mujeres en el mundo difunden un movimiento que se originó en Chile y que llega a Canarias. Es el himno feminista contra la justicia patriarcal, la violencia machista y la desigualdad de género. "El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer, y nuestro castigo es la violencia que ya ves. Es feminicidio, impunidad para mi asesino, es la desaparición, es la violación". Estas son algunas de las frases que gritaron con melodía el centenar de mujeres que acudieron el pasado miércoles, 6 de diciembre, al muelle de Arinaga de Gran Canaria, para apoyar a sus compañeras chilenas y unirse al movimiento que ya ha tenido lugar en ciudades como París, Buenos Aires, Madrid o Londres.

"La culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. El violador eres tú". Así continúa el himno de Las Tesis que hacen suyo las mujeres de Canarias, acompañándolo con vendas en los ojos para exigir terminar con "la lacra y el Estado machista y terrorista".

Y del puerto grancanario a la trasera del Auditorio, la plaza de los Alisios, en Santa Cruz, que también se une a los escenarios al aire libre de las grandes capitales del planeta, de Nueva York a París y de México a Madrid. Lo hace a través de la coreografía multitudinaria protagonizada por dos centenares de mujeres, jóvenes en su mayoría, y muchas con ropas de color violeta., al ritmo de la canción Un violador en tu camino , del grupo chileno Las Tesis.

El tema nació el pasado 25 de noviembre, Día Internacional contra la violencia de género, en las calles de Valparaíso, la segunda ciudad del país andino, durante las protestas sociales contra el régimen de Sebastián Piñera. Con un claro sentido reivindicativo: rechazar las habituales agresiones sexuales de los carabineros, la policía militarizada.

"La energía inicial de las redes sociales se mantiene o crece y nos ha traído hoy aquí". Lo asegura Laura Ávila, argentina residente en la isla y una de las organizadoras junto a "mujeres comprometidas y colectivos feministas". Pito en ristre, Laura controla al coro. Sus miembros cantan, bailan y gritan como sinónimo de protesta. Una protesta que "no nos han dejado hacerlo en la plaza de la Candelaria pero ahora nos vamos para allá". Y camino a ese destino enfilaron las doscientas activistas luego de darlo todo sobre el improvisado escenario.

También se dejaron notar las mujeres trans como la presidenta del colectivo en Tenerife Yuli Pérez quien denunciaba "la doble agresión por mujeres y trans que sufrimos cada día. Pedimos a las leyes que nos protejan porque tenemos los mismos derechos que cualquier otra persona".

Las mujeres toman por un día las escaleras de la trasera del Auditorio entre la curiosidad de quienes están en la cafetería o pasean en la fría y festiva -es el Día de la Constitución- tarde chicharrera.

Desde Valparaíso y Chile, la coreografía original de Las Tesis (Dafne, Paula, Sibilia y Lea, universitarias interdisciplinares que trabajan con base en las tesis de sus compañeros y de ahí su nombre) la flashmob dio el salto a toda América Latina, y luego Estados Unidos y a Europa. Siempre como un himno feminista antiviolación y rodeado de un ritual que no ha faltado en su estreno en Canarias.

Laura resume: "La fuerza de tantas mujeres en el mundo ha hecho crecer este movimiento a través de las redes. Hartas del patriarcado que nos juzga por nacer, de la impunidad, de las violaciones, de las desapariciones, de un estado opresor y represor, de un presidente corrupto, de una policía asesina...". Todos esos argumentos aparecen también en la letra de la canción.

Basta con buscar el hastag #UnVioladorEnTuCamino para poder comprobar como ya son millones las entradas, la cuestiones y los comentarios. De muchas mujeres pero también de hombres comprometidos e interesados en conocer las duras experiencias de la violaciones. Un simple ejemplo- según los datos del propio grupo Las Tesis- basta; sólo el 8% de los juicios por violación acaban con una condena en Chile.

"El violador eres tú"

Algunas se sabían la letra y otras las leían, pero prácticamente todas dominaban un baile apenas ensayado porque basta con entrar en YouTube y prestar atención. Así, el nutrido grupo de mujeres -en total hay en el entorno casi 200 personas, incluidos los espectadores- se tapan los ojos con una venda negra y al son inicial de la canción -también se conoce por el nombre de El violador eres tú , su repetido estribillo-, muy pegadiza por su base electrónica, elaboran una coreografía en apariencia sencilla en la superficie, pero con un mensaje muy profundo.

"Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía". La estrofa, otro trozo de los que se recuerdan siempre, la cantan y casi la gritan con rabia mientras danzan mujeres de todo el mundo. Ahora también de Canarias y de Tenerife. O la irónica letra sacada del himno de los Carabineros de Chile: "Duerme tranquila, niña inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tu sueño dulce y sonriente vela tu amante carabinero".

Tanto les gusta que repiten repertorio hasta en tres ocasiones para comunicar bien con los medios. En todas acaban con una cerrada ovación y un grito que retumba en la ventana al Atlántico que es la costa de la capital tinerfeña: "Viva la lucha de las chilenas...". Y de todas las mujeres.