Canarias es la comunidad autónoma que registra la mayor prevalencia de enfermedad renal crónica asociada a la diabetes. De hecho, el Archipiélago es la región que aúna más pacientes en los programas de diálisis por complicaciones vinculadas a esta patología. Así lo puso ayer de manifiesto la especialista en nefrología Nery Sablón, que ejerce sus funciones en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, y que impartirá mañana una ponencia centrada en la importancia del tratamiento precoz y proactivo de la enfermedad diabética, en el marco de la celebración de las I Jornada Diabetes Mellitus, que organiza la Sociedad Canaria de Medicina Familiar y Comunitaria (Socamfyc), en el AC Hotel Iberia de la capital grancanaria. "Es fundamental que todos los especialistas nos esforcemos en evitar que se produzca una pandemia en los próximos años", defiende la doctora.

Siguiendo esta línea, y en base a los últimos datos que maneja la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que corresponden a 2018, tras Canarias, las comunidades que reflejan mayor prevalencia de esta afección son Baleares (23%); Madrid (17,9%); Aragón (17,8%); y Castilla y León (17,5%).

Por su parte, la media nacional se sitúa en un 16,2%.

Según explica la especialista del hospital grancanario, en el desarrollo de la enfermedad renal crónica están implicados diversos factores. Entre ellos destacan el mal control de la evolución de la dolencia o los propios hábitos de vida. "La obesidad y el abuso del consumo ciertos fármacos que pueden causar daños en los riñones de los pacientes diabéticos son otros aspectos que se deben tener muy en cuenta en este proceso", agrega la experta.

Diagnóstico precoz

Asimismo, la doctora Sablón pone en valor la importancia que tiene el diagnóstico precoz para evitar que se produzcan complicaciones graves en el estado de salud de los individuos. "Cuando la enfermedad renal progresa, los pacientes presentan mayor predisposición a sufrir infartos o insuficiencia cardíaca. Por tanto, es fundamental abordar la enfermedad desde el principio", sostiene .

Por suerte, en el transcurso de la última década, han surgido familias de medicamentos como los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT) y los agonistas del receptor GLP-1, que han demostrado su eficacia y seguridad, "a nivel renal y cardiovascular".

Cabe resaltar que la hiperglucemia -niveles altos de la concentración de glucosa en sangre- tiene un efecto tóxico, no solo para los riñones, sino para otros órganos. "Si esto se perpetúa en el tiempo puede hacer que los pacientes diabéticos sufran también daños en los vasos de la retina, e incluso, en los propios nervios", asegura la nefróloga del Negrín.

Sintomatología

Cabe resaltar que la enfermedad renal crónica suele ser una dolencia silente. "Los pacientes pueden llegar a requerir un tratamiento de diálisis sin notar señales de alerta. Sin embargo, en otros casos pueden aparecer altas concentraciones de proteínas en la orina -proteinuria-", advierte.

Además, la especialista lamenta que cada vez son más los pacientes jóvenes que son diagnosticados de enfermedad renal crónica asociada a la diabetes, y que acaban ingresando en los programas de trasplantes. "Esto está asociado a un incremento de la obesidad y de la hipertensión. Sin duda, son dos factores de riesgo de cara al desarrollo de la diabetes tipo 2", señala la doctora Sablón.

Por lo que concierne a la prevención, la facultativa se muestra contundente al asegurar que es "esencial" inculcar hábitos de vida saludables desde edades tempranas. Para después agregar que, "estamos en una era en la que existen muchas herramientas que nos pueden ayudar a diagnosticar, tratar y evitar que aparezca la enfermedad renal crónica. No obstante, es necesario llevar a cabo un abordaje multidisciplinar".