El centro ha puesto en marcha los protocolos preventivos pero asegura que el ni?o no sufre maltrato de otros chicos.

Marilyn P., madre de un niño de 11 años de Sant Joan d'Alacant, ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil por el presunto acoso escolar que asegura, está sufriendo su hijo desde hace tres años . La mujer esgrime además un diagnóstico de psiquiatría infantil que indica que el pequeño presenta un «trastorno adaptativo con ánimo depresivo» que achaca a que se metían con él en el colegio y recalca que se recomienda un cambio de centro.

La mujer asegura que el niño está triste y se menosprecia a sí mismo y lo achaca a que su hijo le ha contado que «tres niños de su colegio le están acosando» , afirma Marilyn. «El niño me llega lesionado y en el colegio nunca ven nada. Le tiran la mochila, le pegan, le rompen el uniforme y el niño no aguanta más», dice entre sollozos la madre, que se lamenta de no haber sido consciente antes de esta situación. Afirma que «he perdido tanto tiempo que ahora no puedo dejarlo ahí». La mujer reconoce que trabaja durante muchas horas y no había «atado cabos» hasta que el pequeño se ha hecho más mayor y le cuenta lo que le está pasando.

En la denuncia, la madre afirma que durante el recreo los chicos le tiran el bocadillo, en el comedor se pelean con él sin que medie provocación y que incluso otro menor le ha pedido dinero, en concreto 5 euros, para dejar de meterse con él. El lunes pasado llevó a su hijo al centro de salud porque explica que le tiraron al suelo y sufrió un traumatismo en la cara. Con el parte de lesiones se decidió a denunciar. Desde entonces el pequeño tampoco va al colegio y la madre pide que le cambien de centro porque el niño está triste y llora y le dice que no quiere volver.

La mujer asegura que lleva tres meses especialmente angustiada al tener un escrito en el que cuenta que el niño había manifestado su intención de quitarse la vida. «Escribió una carta en la que decía que él no vale nada, que le dicen tonto, que le tiran la mochila y le pegan. Era una carta para quitarse la vida diciendo que era un burro, un tonto y que nadie lo quiere. Una carta de despedida», explica la madre, quien señala que en esa misiva escribió «Mamá no puedo más, me voy a tirar del último piso del colegio».

La madre asegura que nada más leerla acudió al colegio concertado en el que estudia para ponerlo en conocimiento de la dirección y que «desde entonces llevan tres meses entreteniéndome. Ha seguido el acoso y el niño me dice que no le obligue a ir al colegio». Afirma que tiene una crisis de ansiedad, «está hundido».

El centro Carmelitas de Sant Joan tiene activado el protocolo por acoso, aunque niegan que exista bullying y aseguran que el caso es conocido por el inspector educativo y la propia Conselleria de Educación .

Desde el centro advierten que está activado el Plan de Prevención de la violencia y promoción de la convivencia (PREVI) y que el próximo día 18 está prevista una reunión con las administraciones implicadas y la madre.

La directora pedagógica del colegio, María Jesús Fuentes, asegura que están tomando todas las medidas «legales, humanas y personales» para ayudar al niño. Y afirma que la propia madre ha firmado un documento en el que niega que su hijo sufra acoso en el centro. «Estamos haciendo todo por su hijo, para que se encuentre bien».

La concejala de Educación, Ester Donate, corrobora que el centro ha hecho todo lo que marca la ley. Desde el colegio indican que la familia estaba siendo revisada por Servicios Sociales, algo que, desde el Ayuntamiento no han comentado oficialmente apelando a la protección de datos.