Pocas industrias se han desarrollado tan rápido como el turismo

De la teoría de la sostenibilidad se comenzó a hablar en los años 60 y 70 del siglo pasado, pero la práctica empezó mucho más tarde. En este siglo XXI es cuando los gobiernos han puesto algo en práctica la sostenibilidad en la industria del turismo iniciando el ahorro de recursos.

¿A qué se debe esa tardanza para llevar a cabo prácticas sostenibles?

Antes no habían tantas leyes sobre sostenibilidad y ahorro energético como ahora. Se empezó a actuar en mayor medida en términos de sostenibilidad a raíz del cambio climático. Fue entonces cuando los gobiernos empezaron a realizar actuaciones para promover la sostenibilidad. En el sector turístico se consumen más recursos como, por ejemplo, el agua porque los turistas están acostumbrados a ducharse entre dos y tres veces al día y a cambiar las toallas a diaria, lo que normalmente no hace una persona en su casa cuando no está de vacaciones fuera de su vivienda.

Una investigación de la Universidad de Sídney del pasado año reveló que el turismo contamina cuatro veces más de lo que se calculaba hasta entonces y que la huella de carbono del turismo mundial causa el 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera durante la cadena de suministro. La Cumbre del Clima de la ONU terminó el pasado fin de semana en Madrid sin un acuerdo global para definir la regulación de los mercados de emisiones de carbo. ¿Qué se puede hacer desde la industria turística para reducir la contaminación?

El objetivo de la Cumbre del Clima era establecer una serie de recomendaciones para reducir las emisiones, pero no se puede forzar a los gobiernos a hacer algo para diminuir las emisiones de carbono. El consumo de carbono lo llevan a cabo, sobre todo, los aviones y ahora están empezando a construir aeronaves más ligeras que contaminen menos porque las compañías son cada vez más conscientes de este problema. Pero, ¿qué pasaría en destinos turísticos como las Islas Canarias si la gente no quiere coger más aviones por el impacto que generan en el medio ambiente los elevados consumos de carbono? Habría consecuencias que tendrían su repercusión en el empleo, ya que la mayoría de los visitantes llegan al archipiélago canario en avión y generaría un problema.

¿Qué objetivos tiene por delante a partir de ahora la industria turística para llegar a ser sostenible?

Tenemos que trabajar más en favor del medio ambiente y también en la cultura de la gente en términos de sostenibilidad, tanto por parte de los residentes como de los turistas. De ese modo, se podrá ganar en sostenibilidad.

Lanzarote es Reserva Mundial de la Biosfera desde 1993. ¿Es, realmente, Lanzarote una isla y un destino turístico sostenible?

Creo que sí. No obstante, la cultura del residente y del turista, no solo a nivel local sino también de España, deben ir a la par de la sostenibilidad para preservar el medio ambiente.

El fenómeno de la turistificación y la gentrificación, sobre todo, en el centro de las ciudades es cada vez mayor y se generan conflictos. ¿Cómo se consigue el equilibrio entre el bienestar de la población residente con la satisfacción del turista transitorio, asunto del que usted ha hablado en la III Conferencia Internacional Salud y Bienestar en Destinos Sostenibles: Indicadores para el Turismo Responsable, que finalizará mañana en Arrecife [hoy para el lector]? La Escuela Universitaria de Turismo de Lanzarote, adscrita a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

Los gobiernos necesitan poner en marcha normativas que regulen, en entre otras cuestiones, el flujo máximo de turistas al año en un destino. La industria turística debe colaborar con los ejecutivos también en esa regulación para implementar políticas de sostenibilidad. Y una vez más la educación de la ciudadanía es clave en ese aspecto, en el sentido de que los trabajadores del sector turístico tienen que compren- der qué es la sostenibilidad y cómo la misma se pone en práctica. Un ejemplo de colaboración público privada es el consenso establecido hace años en Lanzarote para que las casas sean de uno o dos pisos y predomine el color blanco en la arquitectura.

El turismo de salud y bienestar es un sector cada vez más en alza. ¿Cómo se podría atraer a la población local en mayor medida hacia ese segmento de la actividad turís- tica?

Al igual que los residentes en Canarias tienen una rebaja del 75% en el precio del billete para viajar en avión entre las Islas y la Península, se deberían poner también precios reducidos para que la población local pudiera aprovechar las instalaciones destinadas al turismo de salud, sobre todo, coincidiendo con la temporada baja turística.