Las llamadas para combatir la soledad, el duelo por el fallecimiento de algún familiar directo -especialmente el primer año- y las separaciones o discrepancias familiares se disparan en Navidad en el 'teléfono de los mayores', un servicio puesto en marcha por el Gobierno de Canarias hace unos cuatro años y que gestiona la ONG el 'Teléfono de la Esperanza'.

El director técnico de la organización, José Cabrera, señala a Europa Press que hay muchas personas "en una situación angustiosa" y "necesitan hablar con alguien", especialmente a partir de los 80 años, cuando la soledad ya está muy extendida.

Entre el perfil de los usuarios del servicio 900 70 70 720 -que sufraga el Gobierno de Canarias con una subvención de 100.000 euros anuales- destacan las mujeres viudas que viven solas (76%) pero también ha crecido el número de hombres solteros y jubilados "que están en riesgo" porque tras una vida consagrada al trabajo no lograron tener una pareja estable o crear una unidad familiar.

En general, señala Cabrera, las personas "demandan sentirse escuchadas" y ese es el primer servicio que ofrece el teléfono, "y a partir de ahí", se les presentan todos los recursos que hay a su alcance en el entorno como el tejido asociativo o la tramitación de ayudas administrativas, otra de las principales demandas.

"Participar en actividades es una forma estupenda de prevenir la soledad", señala.

La organización prevé cerrar este año con más de 3.300 llamadas y otras más de 4.000 en el 'teléfono de la esperanza', un servicio similar aunque más orientado a personas de entre 35 y 55 años, segmento de edad en el que también destacan las llamadas derivadas de los efectos de la crisis económica, que por ejemplo aumentaron un 20% entre 2009 y 2010.

Cabrera apunta también que "lo cotidiano" se aparca en Navidad y en algunas ocasiones se reciben llamadas de "agradecimiento" por los servicios prestados.

30 orientadores y dos psicólogos

La ONG cuenta con dos centros de voluntariado en Tenerife y Gran Canaria en los que prestan atención telefónica un total de 30 orientadores, personas voluntarias que han recibido formación durante más de un año en técnicas de escucha, relación de ayudas o desarrollo personal.

Si los usuarios acceden a continuar con el tutelaje del programa, hay una psicóloga en cada provincia encargada de guiar a los mayores en el "acompañamiento" de sus nuevas actividades. "Este primer paso hay que hacerlo bien porque es fundamental para que no eche atrás", ha indicado.

Según los cálculos de la organización, una de cada cinco personas mayores de 65 años pasa sola la Navidad en España, en total unos de dos millones de personas, de los que 850.000 tienen más de 80 años.