El Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín forma parte, desde el pasado mes de noviembre, del Plan de Implantación de Recuperación Intensificada en Cirugía del Adulto (Imprica). Se trata de un programa nacional que permite que los pacientes que se han sometido a una cirugía abdominal puedan acortar el tiempo de ingreso hospitalario y disminuir el riesgo de posibles complicaciones. Lo cierto es que desde mayo de 2017, el hospital norteño aplica la cirugía Fast- Track -rápida recuperación- para tratar tumores de colon y recto, una técnica que ya va de la mano de esta iniciativa nacional, y que ha demostrado su eficacia al lograr inducir una recuperación más temprana. "Estamos ante un nuevo enfoque quirúrgico que pretende que el paciente permanezca ingresado el menor tiempo posible en el centro. De hecho, lo habitual es una estancia mínima que oscila entre 7 y 10 días, mientras que con este tipo de cirugía, la reducimos a tres o cuatro ", valora la doctora Eva Nogués, coordinadora del grupo de Coloproctología del Servicio de Cirugía General del citado centro hospitalario.

Cabe destacar que es la cirugía mínimamente invasiva -laparoscópica o robótica-, la que es aplicada en estos casos. No obstante, según advierte la facultativa, el compromiso del paciente es "fundamental" para que pueda ser incluido en el programa, pues cuatro o cinco semanas previas a la intervención, debe seguir una serie de pautas. "Un grupo de rehabilitadores tiene que evaluar al enfermo para conocer su estado físico y su capacidad pulmonar. A partir de ahí, se establece un programa de ejercicios que puede ser practicado en el hospital o en el hogar, en función de cada caso", anota la profesional sanitaria.

Asimismo, otra de las particularidades que presenta esta práctica es que los pacientes deben consumir una dieta baja en residuos siete días antes de la intervención. Además, es recomendable que ingieran batidos ricos en carbohidratos hasta dos horas antes de entrar en el quirófano. "Ha quedado demostrado científicamente que estas medidas repercuten muy positivamente en este grupo de enfermos", asegura la especialista del hospital grancanario. A esto hay que sumarle la labor del anestesista, pues es muy importante que evite hacer uso de sustancias derivadas de la morfina, por ser propensas a provocar náuseas y vómitos a los pacientes. "Una vez en quirófano, el profesional emplea anestésicos de acción muy corta para que el sujeto pueda despertar rápidamente", agrega la doctora Nogués.

Movilización temprana

Por último, la movilización temprana cobra también un gran protagonismo en este programa. Y es que el paciente debe incorporarse el mismo día de la intervención y proceder a andar cuando hayan transcurrido 24 horas "Nuestra experiencia nos ha permitido comprobar que pueden levantarse y tolerar líquidos rápidamente. Tres días más tarde, ya pueden empezar a seguir una dieta más pastosa", apostilla la facultativa. Pero esto no es todo. Cuando el enfermo reciba el alta, una enfermera del grupo se encargará de realizar un seguimiento telefónico para valorar que el proceso de recuperación continúa una trayectoria adecuada. También, es indispensable acudir a una revisión médica cuando hayan transcurrido 15 días. En base a las palabras de la especialista, esta clase de procedimiento quirúrgico está indicado para personas con edades comprendidas entre los 18 y los 85 años. Sin embargo, quedan excluidas de esta práctica las cirugías de urgencia, así como los pacientes obesos mórbidos -con un índice de masa corporal superior a 40- y los que no se encuentren en pleno uso de sus facultades mentales.

Hasta el momento, el Negrín ha intervenido a una treintena de personas a través de esta técnica. "Lo ideal sería que pudiéramos incluir a todos los pacientes en el programa, pero estamos limitados porque el servicio de rehabilitación no puede asumir más de un paciente a la semana", lamenta la experta. Según sostiene la doctora Nogués, los profesionales del Negrín están muy satisfechos con esta iniciativa, no solo por las ventajas que presenta para los pacientes, sino porque se extrapolan también al sistema sanitario. "Al poder acortar el tiempo de ingreso, se reducen también los costes asociados. Esto hace que se consolide como otro de sus múltiples beneficios", indica. Para después adelantar que, uno de los propósitos que se marca el complejo hospitalario es poder extender la técnica "a urología y al tracto digestivo". Imprica es un proyecto desarrollado por el Grupo Español de Rehabilitación Multimodal, en el que se especifican los pasos a seguir para la puesta en marcha de la Vía Clínica de Recuperación Intensificada en Cirugía del Adulto (RICA) en el país. La iniciativa pretende crear centros de excelencia en recuperación a nivel nacional.