La valentía de derribar el miedo, los tabúes y clichés para mostrarse libre, diversa, real o, en definitiva, una misma, enhebra el relato de la exposición fotográfica Mujeres que desean a mujeres que, bajo el segundo epígrafe Ponle cara a la diversidad de mujeres lesbianas, bisexuales y trans, retrata seis rostros de mujeres canarias LBT para visibilizar lo femenino desde su pluralidad y, sobre todo, apuntar hacia un horizonte social igualitario en cuanto a sexo, orientación sexual o identidad de género.

Esta muestra de 12 fotografías, que se desdobla en el antes y el después de sus seis protagonistas, reviste un carácter interactivo e itinerante donde cada rostro y nombre atesora su propia historia, a la que los visitantes pueden acceder a través de un código QR desde su dispositivo móvil. Así, los senderos vitales de Alba, Melinda, Aleida, Lorenza, Lucía y Erika confluyen al abrigo de este proyecto expositivo cuyo desafío común se desanuda en el afán de superación. En concreto, Erika González, una de las protagonistas de la serie fotográfica, arropó ayer el acto de inauguración junto a Montserrat González, presidenta de Gamá, y Sara Ramírez, consejera de Igualdad, Diversidad y Transparencia del Cabildo de Gran Canaria, que financia esta exposición a través del proyecto T-Acompañamos, en consonancia con la línea auspiciada en este mandato a favor de la lucha por el reconocimiento de los derechos del colectivo LGTBIQ+.

Por su parte, Erika González también puso rostro a esta lucha fuera de las cámaras ayer para narrar la historia de su transición. "Nunca tuve ninguna duda de lo que era desde pequeña, pero no pude expresarlo hasta hace un año y siete meses, cuando mi esposa me descubrió un blípster de pastillas porque me estaba autohormonando. Pero ahora pienso que esa fue mi liberación", relata.

En cuanto a su pasado de ocultación y silencio, González revela que el camino ha sido "complicado", sobre todo, por desempeñarse como técnica de máquinas de hostelería, que es un trabajo muy "masculinizado" a ojos de la mirada patriarcal, "así que imagínate a una mariquita yendo a un bar de barrio, donde enseguida surgen los comentarios", señala.

"Pero ahora estoy muy feliz de haber dado el paso o, más bien, de haberme obligado a dar el paso. Y no pienso ir para atrás ni para coger carrerilla", asevera. En este paso al frente, González ha contado con una sólida red de apoyos en su hijo y su hija, así como en su madre y en su círculo íntimo de amistades. "Ellos han sido mi mayor apoyo. Incluso, si alguien me trata de él, enseguida corrigen el error y reivindican que me llamen por ella", apunta, a lo que añade, en relación a quienes atraviesan un proceso similar, que rompan las barreras del miedo y vivan su vida en consonancia con quiénes son. "Ojalá yo lo hubiese hecho antes", concluye.

También la actriz y activista LGTBIQ+, Lorenza Machín, distinguida con el Premio Meninas por la búsqueda de la Igualdad el pasado noviembre de 2019, es otra de las protagonistas de Mujeres que desean a mujeres. "Cuando yo me casé sin tener 20 años, me casaron, negociaron conmigo, porque al estar preñada una muchacha seria, honrada, que como alguien dijo allí, en aquellos años 'parecía una mosquita muerta, y mírala ahora, con barriga', no podías quedar siendo una madre soltera", reza la cartela que arropa su primera imagen. A continuación, en el reverso luminoso de la muestra, Machín relata su segundo matrimonio con su actual esposa: "Mi segunda boda, se celebró aquí en el Ayuntamiento de Agaete, fue porque nosotras lo quisimos. A las doce del mediodía, íbamos estrenando no solo el vestido y los zapatos, íbamos estrenando una orquídea en el pelo, íbamos estrenando ilusiones, íbamos estrenando sueños y felicidad". Precisamente, Machín también se erige desde hace años en referente de la lucha de los mayores LGTBIQ+, de los que reclama la pensión de viudedad y que las residencias contemplen la diversidad sexual.

Por su parte, Montserrat González apuntó ayer que "lo que no se conoce no se sabe, y lo que no se sabe, no existe." "Y no existe por la desigualdad y por los malos conceptos que tienen muchas personas sobre las personas que son diferentes", continuó, "y por eso venimos a reclamar que sí existen, que sí existimos y que no están solas, que no tengan miedo, que estamos a su lado, para lo bueno y para lo malo". "El colectivo Gamá es un referente para ellas", subrayó.

En cuanto al nuevo Ministerio de Igualdad que preside Irene Montero (Unidas Podemos), la presidenta de Gamá manifestó que "estamos contentas con este nuevo gobierno y lo primero que le pedimos es que se aprueben las leyes y salgan adelante, que miren por las personas LGTBIQ+ y que no las vuelvan a meter en un cajón".