Un grupo de jóvenes que practicaban surf en la costa de Las Américas, en el municipio tinerfeño de Adeje, el pasado domingo 19 de enero, ha subido a las redes sociales unas imágenes que ya son virales: sacan del estómago de una lubina restos de plástico de hasta tres productos distintos, incluída una cajetilla de cigarrillos.

Miles de personas ya se han hecho eco del vídeo y lo han compartido con el propósito de concienciar a la población sobre esta plaga que está llegando a niveles alarmantes en todo el mundo, incluído Canarias.

Los plásticos, una amenaza para el mar

Los microplásticos son partículas de plástico con tamaño menor a cinco milímetros, que proceden fundamentalmente de procesos de fotodegradación y fragmentación de plásticos de mayor tamaño, pero también pueden ser microesferas utilizadas en productos cosméticos, fibras sintéticas provenientes de la ropa, o los pellets de resina, también conocidos como 'lágrimas de sirena', que se utilizan como materia prima para la fabricación de productos de plástico.

La Corriente del Golfo y su rama descendente, la Corriente de Canarias, traen a las costas desechos provenientes de diversas zonas del planeta que se acumulan en las zonas expuestas a los vientos y corrientes predominantes, convirtiéndolas en puntos de especial interés para estudiar el fenómeno de la contaminación marina, especialmente en lugares específicos de la vertiente norte de las islas.

Los estudios sobre los efectos de esta contaminación en la biota marina han descubierto ya algunos datos muy preocupantes, que demuestran que la advertencia que en 1970 lanzó el investigador Edward Carpenter, sobre los posibles efectos de la contaminación por plástico, es hoy una realidad y un problema de gran magnitud para Canarias y para todo el Planeta.

Los residuos que llegan a la costa pueden llevar años en el mar y hacer miles de kilómetros antes de quedar varados en nuestras playas. "Nuestras islas constituyen una barrera natural frente a estas corrientes y actúan como colectores de la basura marina que se encuentra en el Atlántico Norte", explica la coordinadora del proyecto BIOMAR, May Gómez, que señala que es prioritario el estudio del efecto que puedan estar teniendo estos contaminantes sobre la vida marina en esta zona.

Especialmente, en zonas situadas en la vertiente norte de las islas, como Famara en Lanzarote, Las Canteras en Gran Canaria, Benijo en Tenerife o La Fajana en La Palma, que se están convirtiendo en basureros al verse afectados por la llegada de todos esos plásticos.