No, al lenguaje inclusivo en el Colegio de Abogados de Las Palmas. Ese fue el resultado de las votaciones llevadas a cabo en las que los colegiados decidieron que no se debía cambiar el nombre a Colegio de la Abogacía y aportar a su institución una nomenclatura más inclusiva, sino, por el contrario, apostaron por quedarse con el masculino genérico.

El resultado del sufragio fue de 640 votos en contra de cambiar la denominación del órgano a uno inmerso en el lenguaje más igualitario, frente a 248 a favor de una denominación que favorezca la igualdad. Esto representa un 65% en contra y un 35%, a favor.

A las urnas acudieron 380 personas de los 2.781 ejercientes que forman parte del censo del Colegio y 1.825 que no ejercen. Se da el caso de que cada voto de un letrado que esté ejerciendo vale el doble de uno que no esté desempeñando su profesión. En este sentido, los abogados no ejercientes que no apoyaron la medida fueron 14, frente a los diez que votaron sí. Además, se emitieron dos votos en blanco por parte de los abogados que están en ejercicio de su profesión.

El debate llegó a las papeletas, debido a que, desde la Junta de Gobierno, no quisieron imponer la modificación. "La decisión respecto a someter a votación el cambio de nombre la tomamos nosotros, pero en base a un requerimiento que recibimos los cuatro colegios de abogados y el Consejo Canario de Colegios de Abogados por parte del diputado del Común, que entiende que, por aplicación de la leyes, tanto nacional como regional, de igualdad entre hombres y mujeres, requiere el uso de un lenguaje inclusivo y que, por tanto, estuviese modificada la denominación de nuestro Colegio", apuntó el decano del órgano colegiado de Las Palmas, Rafael Massieu.

En este sentido, Massieu destaca que "como esto es un cambio en nuestros estatutos, porque está establecido en nuestros artículos, necesitamos seguir los procedimientos previstos y el primer paso fue someterlo a votación".

"Me parece bien que se cambie el nombre, teniendo en cuenta que estamos en el Siglo XXI y los abogados somos los que tenemos que velar por los derechos fundamentales de nuestros ciudadanos", manifestaba Virginia González, tras ejercer su voto en la jornada de ayer, mientras que otros letrados y letradas que estaban a favor, aseguraban que era algo que no les "quitaba el sueño".

Otro colegiado que prefirió no identificarse, resaltó que le parecía "una chorrada" que se modificara la nomenclatura.

El tema de las votaciones tenía "menos preocupados" a los letrados que están adscritos al turno de oficio. Y es que, el pasado jueves, les fue entregado un reglamento, que, según han destacado, les perjudica en el desempeño de su tarea.

El colectivo han manifestado su molestia por la puesta en marcha del reglamento, que entra en vigor el próximo 7 de febrero. Algunos reseñaron que preferirían "dejar la profesión", porque, con la nueva normativa, no cobrarían lo suficiente para sufragar sus gastos.

"La actualidad del Colegio es la reforma del reglamento del turno de oficio y eso aboga a muchos profesionales abnegados en la defensa del derecho a la tutela judicial efectiva de los ciudadanos que no cuentan con recursos, a que abandonen la profesión", lamentó un letrado que, por temor a represalias en su contra, prefirió no identificarse.

De igual forma, el presidente de la Agrupación de Jóvenes Abogados (AJA), Carlos Da Mata, ha explicado a este periódico que aún están revisando el reglamento para saber qué les beneficia y lo que les perjudica. Sin embargo, informó de que existe un "revuelo" por la reforma.

"He recibido muchas llamadas de compañeros que me notificaron los nuevos requisitos para formar parte del turno, que, entre otras cosas, pide tener tres años como colegiado, algo que me parece injusto para los que empiezan en esta profesión", afirmó. "Yo ya empezaré a estudiarlo por completo para solicitar que se debatan los términos perjudiciales", concluyó.