Las listas de espera quirúrgicas han aumentado en los cuatro hospitales de referencia de Canarias en el último semestre. De esta manera, son 633 los pacientes que se han unido a la espera quirúrgica de los centros hospitalarios de Tenerife (446 pacientes en el Hospital Universitario de Canarias y 187 en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria), y otros 451 lo han hecho en los de Gran Canaria (283 en el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín y 168 en el Hospital Insular Materno-Infantil). Solo el Hospital General de La Palma y el Hospital General de Fuerteventura logran reducir en este periodo semestral sus listas de espera. Así, en total, y respecto a junio de 2019, este indicador se ha incrementado en 1.026 pacientes, situándose en 25.888. Una diferencia que es mayor si se compara en términos interanuales, ya que ha crecido en 1.259 pacientes con respecto a diciembre de 2018, el dato más bajo registrado desde 2011.

Tras casi tres años de continuos descensos semestrales, Canarias ha cambiado su tendencia y ha sufrido un repunte en el número de pacientes incluidos en la lista de espera quirúrgica estructural. Los sindicatos de medicina y enfermería de la provincia tinerfeña -donde ha habido un mayor incremento de las listas tanto en la comparativa interanual como en la semestral- coinciden en su evaluación de los motivos que han agravado la situación de las listas de espera en las Islas.

Diferencia en las capitales

La mitad de los 25.888 pacientes que esperan por una operación quirúrgica en Canarias lo hacen en uno de los dos hospitales de Tenerife. Es decir, cinco de cada diez pacientes canarios en esta lista de espera debe operarse en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) o en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria. Pero la diferencia va más allá. En Tenerife espera un 60% más de pacientes que los que lo hacen en Gran Canaria, lo que quiere decir que, por cada cien pacientes que aguardan por una cirugía en Gran Canaria, 160 lo hacen en Tenerife. La diferencia -que es histórica- tiene que ver con las deficiencias estructurales de Tenerife, ya que, teniendo más población que Gran Canaria, cuenta con los mismos hospitales de referencia. La clave, como señala Cabrera, está en que Tenerife debería "tener dos hospitales comarcales funcionando desde principios de siglo".

Por eso, estos dos hospitales juntos son los que han engrosado en mayor medida las listas de espera quirúrgicas tanto en el último semestre como también en el último año. El HUC y La Candelaria sumaron juntos 659 pacientes más a finales de diciembre de 2019 con respecto a la situación que imperaba un año antes. En este año, el resto de hospitales también ha aumentado el número de pacientes, excepto en La Palma, El Hospital Materno-Infantil y el Hospital General de Fuerteventura.

Pero no han sido estos dos hospitales los únicos que han experimentado un aumento en sus listas de espera: le sigue el Hospital Dr. José Molina Orosa de Lanzarote, que, a finales de este año, acumulaba casi 500 pacientes más con respecto al cierre del año 2018; y el Hospital Dr. Negrín, donde ahora 296 pacientes más aguardan por una intervención quirúrgica. En el resto de centros hospitalarios de las Islas, el incremento de los pacientes que han entrado en esta lista de espera ha sido irrisorio como es el caso del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria (39 más) o el Hospital Nuestra Señora de Guadalupe (14 más). E, incluso en muchos casos, ha habido descensos en este indicador como en el Hospital Materno-Infantil de Canarias (132 pacientes menos) en el Hospital General de Fuerteventura (117) y en el Hospital General de La Palma (3).

El tiempo de espera, por su parte, ha aumentado seis días con respecto al semestre anterior, pasando de 127,13 a 133,10 días. En este sentido, el mayor incremento en seis meses lo han sufrido los hospitales de Lanzarote (36 días más) y de Fuerteventura (23 días). También ha incrementado el tiempo de espera, aunque en menor proporción, en el Hospital Dr. Negrín (13 días más), en el Hospital de La Candelaria (9), en el Hospital Nuestra Señora de los Reyes (8) y en el Hospital Nuestra Señora de Guadalupe y en el Hospital Materno- Infantil, con 7 días de aumento cada uno.

No obstante, si se compara con el año anterior, ha descendido en seis días, de 139,82 a 133,10, y los únicos hospitales en los que aumenta la espera son en el de La Candelaria (10 días), en el Hospital Nuestra Señora de Guadalupe (14 días) y en el Hospital Molina Orosa, (6 días). En el Hospital Universitario de Canarias, por ejemplo, la demora media disminuido en 16 días en relación a los datos obtenidos al cierre de 2018.

Camas y sociosanitarios

Dos son problemas estructurales que se complementan y que la sanidad canaria lleva un largo periodo de tiempo arrastrando: la falta de camas y la prácticamente inexistente derivación de los pacientes sociosanitarios que están ocupando espacios en los hospitales. De hecho, el número de estos pacientes va oscilando entre los 100 y los 150 diarios. Sin embargo, existe otro motivo que ha empujado a las listas de espera a crecer en el último semestre, y es una consecuencia colateral del recorte financiero a la que ha tenido que enfrentarse el actual equipo de gobierno. La limitación en 10 millones del gasto sanitario ha supuesto la eliminación de las jornadas quirúrgicas de tarde desde el pasado diciembre.

Esta contención del gasto ha provocado un descenso de derivaciones que, como señaló el secretario general del sindicato de médicos de Santa Cruz de Tenerife, Levy Cabrera, ha provocado "la suspensión de actividad quirúrgica ya programada en el último trimestre del año". "Había gerencias que no tenían ni para pagar a sus trabajadores y han tenido que tirar del presupuesto de 2020", afirmó el representante sindical.

Asimismo, Cabrera hizo hincapié en otra razón que ha llevado a la consejería a reducir el ritmo de actividad quirúrgica a finales de año: la vuelta a las 35 horas. "En junio se tuvo que contratar personal para poder implantar efectivamente esta medida", indicó el secretario general, que, como recordó, emana de una promesa firmada por el anterior equipo de gobierno con los sindicatos representantes de los empleados públicos. Esta serie de situaciones ha dificultado poder continuar con estos programas de choque contra el aumento de listas de espera implantados por la anterior Consejería de Sanidad.

La secretaria provincial del sindicato de enfermería Satse, Ramona Mendoza, va más allá e insiste en la escasa planificación histórica de la Sanidad. Una característica de la gestión canaria que no solo contribuye a engrosar las listas de espera, también a haber acostumbrado a la población a las imágenes de "pacientes hacinados en los pasillos de Urgencias" y al "colapso" de estos servicios durante la temporada de gripe, como indica Mendoza. Esta situación, no obstante, es una pescadilla que se muerde la cola, pues, debido a este repunte de la actividad urgente, "se han suspendido quirófanos durante enero por la gripe", como señala Cabrera.