El Tribunal del Jurado ha declarado culpable a Gonzalo S. C. del asesinato de su tía Rosa María Concepción en el barrio de Ofra, en Santa Cruz de Tenerife. El veredicto se ha conocido sobre las 20.15 horas de este viernes.

El fiscal pide para el procesado prisión permanente revisable, debido a que se trata de un asesinato con ensañamiento, alevosía, ataque a una persona de especial vulnerabilidad y desprecio a la víctima por su condición de mujer. La acusación popular, representada por el Instituto Canario de Igualdad, se ha adherido a lo solicitado por la Fiscalía mientras que la defensa reclama, ante el veredicto de culpabilidad, 22 años y seis meses de prisión.

En la sesión del jueves declararon los tres médicos forenses del Instituto de Medicina Legal que realizaron la autopsia a Rosa María Concepción, la mujer asesinada en Ofra (Santa Cruz de Tenerife) en febrero del año pasado, confirmaron que sufrió una muerte violenta y, además, "lenta y agónica". Así lo expusieron este jueves en la cuarta sesión del juicio con Jurado que se desarrolla en la Audiencia Provincial. La víctima recibió numerosos golpes en el cráneo, los ojos o el abdomen. Estos traumatismos generaron cuatro hemorragias, que acabaron en una masiva. A raíz de esta, lo único que tragó la mujer palmera fue su propia sangre. Además, aclararon que ninguno de los traumatismos, por sí solo, pudo provocar el fallecimiento de Rosa María. Pero esta ciudadana de origen palmero recibió lesiones durante varios días. En las horas previas a morir, no pudo defenderse de los últimos traumatismos. La definición técnica de la causa del fallecimiento fue "un shock hipovolémico", según los tres forenses que llevaron a cabo la autopsia.

Respecto a algunas fotografías realizadas por su sobrino y ahora acusado, Gonzalo S.C., dichos funcionarios indicaron que una persona no se puede caer de frente y de espaldas, en el mismo acto, sin que haga nada por frenar el golpe. Uno de estos profesionales del Instituto de Medicina Legal indicó que las diversas fracturas en las costillas a lo largo del tiempo tuvieron que generarle mucho dolor, sobre todo al respirar, debido a que, bajo las mismas pasa la arteria, la vena y un nervio. Al analizar las imágenes de lesiones o hematomas efectuadas a la víctima por su familiar durante casi dos años, les llamó poderosamente la atención la quemadura que tenía sobre el pecho y que pudo realizarse, entre otras cosas, con un líquido a gran temperatura.

Con apenas 10 años, a Rosa María le detectaron un tumor y le realizaron un total de cinco operaciones en la cabeza hasta que consiguieron extirpárselo. Ese proceso impidió que esta vecina de San Andrés y Sauces se desarrollara "como una persona normal". Además, carecía de visión en un ojo. Su grado de discapacidad era del 66 por ciento. Tras sufrir un ictus, también desarrolló demencia. De forma preventiva, le diagnosticaron un fármaco para prevenir convulsiones. El fiscal y la abogada de la acusación popular piden para Gonzalo prisión permanente revisable.