María José Rodríguez, de 46 años, es una grancanaria que vive en Roma gestionando una galería de arte contemporáneo. Se considera una nómada porque lleva ya 20 años viajando por el mundo. Por el momento no tiene intención de abandonar el país y regresar a España.

"Veo que la poca y mala información sobre el coronavirus provoca el pánico en la gente", señala. "Aunque los focos de contagio estén en el norte, en la capital también se han vaciado los supermercados a modo de prevención. Los ciudadanos están asustados. La enfermedad es un tema de conversación recurrente entre la población capitalina". Por otro lado, "pienso que Italia ha efectuado un protocolo de actuación espectacular porque cuando se detectaron los focos en el norte se procedió inmediatamente al aislamiento. En el aeropuerto de Fiumicino están controlando la temperatura. A mí me lo hicieron cuando regresé hace una semana".

Rodríguez no tiene miedo al contagio. "Es un virus más, una gripe más, como otros tantos virus que surgirán nuevos. Hay que mantener el sistema inmunológico bien y estar correctamente alimentado y no pasará absolutamente nada. Obviamente las personas ya de una determinada edad, que tienen las defensas más bajas, o quienes acarrean problemas de salud, deberán cuidarse algo más. Un familiar de mi pareja trabaja en un hospital y me ha contado que solo han llegado dos casos y se ha producido un fallecimiento, pero de un hombre ya de 84 años que, además sufrió un infarto. Sé que el personal está alerta y posee buena información de actuación. Quizá haya gente que acuda más a revisar un catarro, que simplemente se puede deber al clima tan variable".