Con normalidad y con la jovialidad que la caracteriza. Así se ha tomado la tinerfeña Almudena López Jal-Ladi que desde el pasado miércoles se le haya diagnosticado que padece coronavirus y, lo que se le hace más cuesta arriba, permanece desde entonces confinada, como ella misma dice, en una planta que tiene prevista el Hospital Clinic de Barcelona para estos pasos.

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El pasado domingo 16 de febrero, la soprano acaparó no sólo las miradas y elogios del público del concurso de rondallas del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, sino también el reconocimiento del jurado, que le otorgó el segundo premio de solistas por su intervención como soprano en La Primorosa.

La semana siguiente se marchó a Italia para realizar una gira que la llevó a actuar el pasado miércoles en Bienno, en el Val Camonica, y también visitó Bérgamo. Durante su estancia en Italia se alojó en Milán, en el hogar de la familia de su cuñado, que desde que ella fue diagnosticada de que sufre Covid-19, también permanecen en cuarentena en su domicilio.

Almudena López Jal-Ladi se convirtió el pasado miércoles en la primera canaria diagnosticada por coronavirus. "Me empecé a sentir mal el último día de mi estancia en Italia, el lunes, pero no le di importancia, hasta que llegué a Barcelona. El martes por la mañana, cuando me desperté, tenía dolor de cabeza, tos y fiebre... Todos los síntomas salvo mucosidad. Desde el principio supe que tenía el virus porque no me suelo poner mala, ni una gripe he parecido desde hace mucho tiempo".

Con este percepción personal, de que estaba enferma, Almudena López cogió un taxi ese mismo martes y se dirigió a una clínica privada que la derivó hasta Hospital Clinic de Barcelona, donde tiene reservaba una planta para atender estos casos.

La soprano asegura que tenía fiebre cuando le hicieron las pruebas, hasta que se confirmó el miércoles que sufría coronavirus, quedando aislada desde el primer momento que acudió al centro sanitario con los síntomas en una zona del centro sanitario sobre se atienden a otras dos personas afectadas por el Covid-19 antes de que ella ingresara.

El mayor desconsuelo ahora mismo de Almudena López es que no podrá actuar el próximo domingo en el Palau de la Música en Barcelona, donde tenía previsto encarnar el personaje de La Reina de la Noche, de la ópera La flauta mágica, de de Mozart. Con la misma naturalidad que ha asumido el diagnóstico médico, Almudena López quita hierro a este contratiempo médico y se consuela con que ya estará en el Palau el 7 de junio con la misma compañía artística en la que participa en obras como Traviata, en la que ha sido protagonista, además de intervenir en obras como Carmen, La Flauta Mágica o La Bohème.

La identidad de la solista ganadora del segundo premio en el certamen de rondallas había quedado diluida en la noticia que se hizo pública ayer, un día después de que se confirmara su diagnóstico, cuando se divulgó como una joven tinerfeña que había viajado el pasado fin de semana a Italia y pasaba unos días en Barcelona, se convertía en el tercer caso de coronavirus en Cataluña.

El error en la edad -una nota de prensa le atribuía 22 años a Almudena López- llevó a la soprano a romper su anonimato y escribir en su Facebook en la tarde de ayer: "No se preocupen por mí. Pero después de la vuelta de mi concierto de Bienno en Italia el coronavirus me ha hecho rejuvenecer siete años. En mi paso por Barcelona, donde el domingo tenía que cantar Flauta Mágica, me han metido en cuarentena porque presento los síntomas. Y finalmente he dado positivo... pero lo bueno de todo esto es que ya no tengo 29 años, sino que ahora tengo 22".

Mientras en uno de los tres casos que se atienden en el Hospital Clinic de Barcelona, la propia solista precisa que tanto su hermana Desiree, cantante y que también la ha acompañado en este viaje, como la familia que la acogió en Milán permanecen en cuarentena domiciliaria hasta que transcurran los 14 días que se prescribe como el tiempo de no estar en contacto con más personas para evitar el contagio.

Desde el miércoles, la solista aprovecha el tiempo para estudiar en su habitación, ya que no recibe sino la visita del personal sanitario que pertrechado con máximas medidas de seguridad -mascarilla, gafas y bata- le controlan sus constantes vitales cada tres horas y le llevan la alimentación. El tratamiento que recibe, paracetamol para combatir la fiebre que le afecta.

Almudena López sentencia en la conversación: "No tengo miedo. Sé que no es una gripe porque nunca la cojo, y desde que empecé con los síntomas de tos, dolor de cabeza, fiebre y garganta, decidí ir al médico. Fui bastante responsable", reconoce, si bien no puede precisar ni la identidad ni la edad de las otras dos personas que se encuentran en una situación similar, porque el personal sanitario tiene facilitar esos datos. Una prueba del buen humor que caracteriza a Almudena fue que una de sus preocupaciones era que le facilitaran la wifi del Hospital Clínico de Barcelona.

Ya a última hora de la tarde, en una nueva llamada telefónica, Almudena López admitía su sorpresa por la repercusión mediática que había tenido su noticia dado el alto número de llamadas que recibió durante la jornada para interesarse por su estado.

De hecho, el mismo miércoles, cuando se encontraba en el hospital a la espera aún de los resultados de las pruebas, Almudena López recibió la llamada del presidente de la Peña del Lunes, José Antonio Pérez, a quien le advirtió que estaba pediente de la valoración médica, si bien el responsable de la rondalla con la que ganó el segundo premio de solistas ha preferido no pronunciarse para preservar la intimidad de su compañera.