"Los clientes nos han demostrado su gran humanidad. En su mayoría han entendido que esta situación no es culpa nuestra pero que nos ha tocado vivirla". Nieves López, trabajadora y delegada de Prevención de Riesgos Laborales en el hotel H10 Costa Adeje Palace, permanece en el interior del recinto desde que se decretó el aislamiento. A través de un mensaje de audio, esta empleada muestra su gratitud hacia los huéspedes y su admiración por sus compañeros. "Estoy orgullosísima de pertenecer a la plantilla de profesionales que formamos el equipo de este gran hotel, compañeros que cada día hacen un esfuerzo sobrehumano por sacar esto adelante, sin perder su sonrisa, ayudandonos unos a otros, colaborando en todos los departamentos y sin pensar ni por un instante que corremos algún riesgo", expone

"No descansamos mucho. Son las 6:30 y ya toca levantarse para volver a colocarnos nuestra mejor sonrisa y empezar otra jornada maratoniana", explica López. "Estamos agotados pero animados y, sobre todo, orgulloso de lograr superar cada día y de nuestros compañeros que, sin dudarlo, decidieron presentarse voluntariamente para intentar dar a nuestros clientes un servicio digno". En cuanto a los huéspedes, "en lugar de mostrarse enfadados por no poder recibir el servicio por el que han pagado o nerviosos por el motivo por el que están encerrados dentro del hotel, sorprendentemente, están tranquilos respecto a la situación pero, sobre todo, agradecidos en su inmensa mayoría", destaca.

"Estamos muy unidos"

"Estamos muy unidos"

El camarero Leandro Peña Roja asegura que, a pesar del cansancio por el volumen de trabajo, están "muy bien". "El hotel nos ha dado todo y estamos muy unidos sacando el trabajo", afirma. Estos días, a tenor de la situación que está sufriendo el complejo hotelero, los trabajadores del restaurante del alojamiento han tenido que duplicar esfuerzos para dar desayunos, almuerzos y cenas.

Para ejemplificar el trabajo titánico al que se están enfrentando, Leandro explica que tras dar el servicio de desayuno, le dieron una habitación donde tan solo le dio tiempo de ducharse. Inmediatamente después tuvo que regresar a su puesto de trabajo para continuar con el servicio de almuerzos. En todo caso, resalta que el hotel "se ha portado" y que están "todos juntos" trabajando y "tirando para delante" con la mente puesta en que "no se hunda el hotel, y menos la isla".