Nuria Suárez y Fabián Morales son dos grancanarios que estudian a través del programa Erasmus, la primera, Periodismo en la universidad de Florencia y el segundo, Historia en la de Parma, dos ciudades italianas donde se han dado casos de coronavirus y que no se encuentran muy distantes entre sí. Además, Parma está ubicada a solo hora y media de Milán, la zona cero del contagio.

"En Florencia hospitalizaron a un hombre y hubo otros tres contagiados, pero se están recuperando bien. El jueves vi cómo en el supermercado habían arrasado con toda la sección de pasta, pero aparte de este dato, no se ve a mucha gente con mascarillas, solo a turistas. Yo me compré una, pero como realmente son para no infectar y no para evitar contagiarse, pues no la utilizo. Sí me lavo mucho las manos e ingiero bebidas calientes. De todas formas, mascarillas y geles desinfectantes han desaparecido de las farmacias, pero, supongo, que la gente las guarda en casa por precaución. Los comercios, restaurantes y la universidad se mantienen abiertos y los museos, cafeterías y plazas siguen repletas de visitantes y con colas para entrar a los monumentos. Las óperas y teatros continúan funcionando", explica Nuria Suárez.

Alarmismo en España

Alarmismo en España

Según la estudiante, los medios de comunicación en España son muy alarmistas, mientras que en Italia pretenden tranquilizar a la población y enviar mensajes positivos. "Mi madre, al escuchar las noticias ya me quería sacar del país, pero le expliqué que se trata de un virus corriente y que no te vas a morir si lo contraes, salvo que figures en unos parámetros de riesgo, de modo que ella se ha decidido sin miedo a viajar la próxima semana a verme. La someterán a un control de fiebre en el aeropuerto de Pisa. Otros aeropuertos, no solo el de Roma, toman estos test a los viajeros . En Florencia no hay ningún control en autobuses y trenes, pero sé que en otras regiones, sí."

Fabián Morales vive en Parma donde la situación está en calma, pese a haberse dado dos casos de coronavirus "que ya están controlados". La gente sigue saliendo a la calle con algo más de precaución y los supermercados se mantienen abastecidos. "Los gimnasios y otros espacios continúan abiertos. Lo que sí han cerrado son las discotecas por ser focos de contagio al acumularse mucha gente. Las clases en la universidad también han sido suspendidas esta semana y creo que se mantendrá clausurada una semana más por las dos que abarca la incubación de la enfermedad. Así se evitan contagios entre los jóvenes. Se han cancelado también eventos deportivos o se han realizado a puerta cerrada".

"Cuando salió la noticia a la luz tuve intención de regresar a Canarias porque se propagó la incertidumbre y el pánico, pero me pareció una irresponsabilidad al haber viajado el fin de semana pasado a Venecia y Padua, por lo que puedo estar incubando el virus sin saberlo y si vuelvo a las Islas lo transmitiría a familia y amigos. Me da miedo contagiar a alguien anciano o con el sistema inmunológico debilitado que no pueda superar la enfermedad. Pienso que es más peligroso atravesar aeropuertos o coger trenes y guaguas que quedarse en Italia donde la situación está controlada. Personalmente, no temo contagiarme porque se trata de una gripe que afecta poco a los jóvenes que estén bien de salud", apunta el estudiante.

Lavarse bien

Lavarse bien

"Mis padres, en un principio querían que regresara a España porque pensaban que aquí no había seguridad, pero esta reacción se debe a la desinformación. Familiares que son médicos les explicaron que la patología no es tan grave y menos en personas de 20 años" indica. " No he comprado mascarilla, en primer lugar porque no he encontrado un lugar donde no se hayan agotado y, en segundo porque la propia OMS ha dicho que solo debe utilizarlas la gente enferma. Lo que sí hago es lavarme bien las manos al llegar a casa e intento no llevármelas en la calle a los ojos, nariz y boca. Seguimos las pautas que nos han indicado desde la universidad para prevenir y evitar el contagio".