La venta del chalet que debía funcionar como sede del Colegio de Enfermería de Las Palmas no es la única sorpresa que han descubierto los afiliados de la asociación profesional en las últimas semanas. Ante el silencio administrativo de la junta de gobierno que preside Hortensia Calero durante la última Asamblea General, varios miembros han descubierto dos dimisiones recientes: la del tesorero, Daniel Ariza Lara, y la de la vocal VI en funciones y representante de Lanzarote, Liliana Melián.

El Colegio de Enfermería de Las Palmas vive en un continuo proceso de agitación desde hace 13 meses. Desde enero del año pasado hasta hoy, la asociación ha trazado un camino lleno de problemas: la convocatoria de elecciones para elegir presidente, la anulación de la lista alternativa a la plancha continuista -liderada por Hortensia Calero, la actual mandataria-, una denuncia por fraude, una medida cautelar del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número dos de Las Palmas que suspendía a la actual junta de gobierno -en funciones desde entonces- y el rechazo de los presupuestos de 2019.

Desde ese último capítulo, que tuvo lugar el 26 de diciembre del año pasado, la junta de gobierno ha sufrido dos bajas.

La primera la protagonizó Daniel Ariza Lara, que en la última asamblea aún figuraba como tesorero en los canales oficiales del gremio. Entonces ya había presentado su dimisión, pero su marcha no fue comunicada por la directiva. En las semanas posteriores ha sido reemplazado por Gabriela Stoica Stoica.

Tras la salida del tesorero, siguió sus pasos Liliana Melián, que aún aparece en la web del Colegio de Enfermería como vocal VI y representante de Lanzarote. Su marcha deja a la isla conejera sin presencia en la junta de gobierno.

Hortensia Calero, a la espera de la resolución judicial tras el recurso presentado por Más Enfermería, afronta su cuarto mandato como presidenta del Colegio. Salvo resolución que le impida seguir ejerciendo, aspira a cumplir 16 años al frente de la asociación, algo que lograría sin el escrutinio de las urnas. En la convocatoria electoral de 2007 resultó electa por aclamación como consecuencia de la exclusión de una candidatura alternativa, mientras que en los dos procesos siguientes (2011 y 2015) tampoco se instalaron las urnas a causa de la ausencia de lista opositora.