La abogada Marta Rodríguez se vio obligada ayer a salir de la sala de vistas del Juzgado de lo Social nº 1 de Vigo en la que tenía señalado un juicio para poder alimentar a su hija recién nacida. La letrada, ejerciente en Ferrol, pidió previamente la suspensión del juicio pero la fecha del nuevo señalamiento, el día de ayer, no superaba las 6 semanas desde que dio a luz, cuando la baja por maternidad es de 16. "Parece algo excepcional pero nos pasa a todos los compañeros de esta profesión. Es la realidad que vivimos todas las abogadas y abogados que tenemos bebés. En general dependemos de la voluntad del juzgado para que nos suspendan vistas o no nos la suspendan", explica la abogada.

La letrada cuenta como, al empezar más tarde de lo previsto su juicio a la espera de una de las partes, tuvo que pedirle al juez salir de la sala para amamantar a su bebé. "Entramos en la vista más tarde de lo normal con lo cual estábamos en sala, faltaba Fogasa y le dije mira señoría tengo que salir a darle de comer a la niña. El juez me dijo que sí muy amable, que podría haberse negado, celebró otra vista primero, y cuando entré celebramos la nuestra. Pero dependemos solo de su voluntad, debería ser algo que hay que cambiar. Y más aún en un juzgado de lo laboral, que tenían que tener más conciencia de la situación. El funcionario debería haber previsto al señalar el nuevo juicio pasadas 16 semanas de mi parto y no solo 6", narra la abogada Marta Rodríguez, que incide que en otros casos, los juzgados optan por "que nos sustituya otro compañero en lugar de suspender o aplazar el juicio". "Yo aún tuve suerte, pero en otros casos sí le han pedido que los venga a sustituir algún compañero. Yo no tenía a quien cederle el caso, conozco otros casos de compañeros que no se los suspendieron. Te pueden penalizar por no acudir a la vista", amplía.

Rodríguez contó con la ayuda de su marido, ya que al trabajar en Ferrol, tuvo que acompañarla hasta los juzgados de Vigo para cuidar de la niña mientras ella trabajaba. "Tuve la suerte de que mi marido pudo venir conmigo hasta Vigo y me atendió a la niña fuera, pero que no son conscientes de que si mi marido no llega a estar disponible... Me la tendría que haber metido en sala", concluye.