"Las empresas deberán de proceder a paralizar su actividad laboral en caso de que exista un riesgo de contagio por coronavirus en el centro de trabajo". Esa recomendación viene recogida en una guía que acaba de divulgar el Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz y que ha desatado una tremenda polémica. Primero por las formas, se trata de una serie de advertencias que no han sido consensuadas con los agentes sociales, y segundo, porque tanto los empresarios como los sindicatos aseguran que es demasiado alarmista.

El documento también incluye que "en caso de que la prestación de servicios en el centro de trabajo conlleve un riesgo grave e inminente de contagio, también los trabajadores pueden interrumpir su actividad". Los agentes sociales ven en este diferente tratamiento que Trabajo y Sanidad están dando a la crisis del coronavirus un nuevo choque entre un ministerio dirigido por Podemos (el de Trabajo) y otro dirigido por el PSOE (el de Sanidad).

Para echar más leña al fuego, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero (del PSOE), enmendó a Yolanda Díaz y aseguró ayer mismo que todas las medidas y recomendaciones sobre el coronavirus "deberían de estar bajo el paraguas del Ministerio de Sanidad como responsable de los datos y de los niveles de alerta de la epidemia".

El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, tildó de "error" la guía diseñada por el Ministerio de Trabajo por, en su opinión, generar "alerta y confusión". Además, agradeció las aclaraciones de Moncloa situando la toma de decisiones en Sanidad. En su opinión, el documento puesto en circulación resulta incongruente y "contrario"a la calma que se está solicitando por parte de las autoridades al conjunto de la sociedad.

Total colaboración

"Nosotros no queremos líos con nadie. Es un problema de todos", expresó el líder de la patronal. De hecho, ofreció la colaboración de la organización que dirige al Gobierno central: "Estamos para ayudar", expuso.

El líder de la patronal aludió a los efectos económicos que acarrea esta crisis sanitaria, que pueden ser "incluso más graves". Por ello insistió en reclamar "prudencia" y "seriedad". Entre los negocios que podrían "caer en picado" en caso de una mala gestión del problema, citó las reservas en el sector turístico, y la industria por problemas de abastecimiento.

"Hay una enfermedad económica" y "puede haber un problema real económico que habrá que arreglar", manifestó Garamendi, para aludir, por ejemplo, a la relajación del objetivo de déficit de la Unión Europea.

La guía consiguió poner de acuerdo a empresarios y sindicatos. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, también criticó que el Ministerio de Trabajo la haya sacado a la luz sin consultar a las organizaciones sindicales. "Es una guía unilateral y es poco recomendable que, sin consultarnos, tome la decisión de ponerla en marcha. Lo razonable sería que pudiéramos hablar con Sanidad y con Trabajo y que las decisiones sean conjuntas, conocidas y compartidas con los agentes sociales", señaló Álvarez en declaraciones a la Cadena Ser.

El líder de UGT subrayó además que la guía es "técnicamente mejorable" y debería haber venido acompañada de algún tipo de comunicación a los delegados de prevención por parte de los responsables médicos. "Se podía haber hecho una guía que ayudara más a los delegados de prevención", apuntó.

Álvarez expuso que, en lo que respecta al coronavirus, se está todavía "en la fase económica", pues la fase de epidemia a los centros de trabajo "todavía no ha llegado". En este sentido, indicó que hay empresas que ya están teniendo problemas de suministros, al proceder estos de China o de Italia, y en algunas tienen a trabajadores en cuarentena por algún caso de coronavirus.

Aunque la Seguridad Social considra la cuarentena como una baja por enfermedad común, Álvarez opinó que debería recibir el tratamiento de baja por contingencias profesionales.

Lógicamente, Yolanda Díaz defendió su trabajo y aseguró que la guía publicada por su ministerio solo es una "compilación de las normas actuales" y aseguró que "si hay que adoptar medidas adicionales, se negociarán con los sindicatos y los empresarios". Y añadió: "Es una transcripción de las normas que están en nuestro ordenamiento vigente". Inmediatamente después hizo un llamamiento a rebajar la "alarma porque el tema está controlado".

Habrá medidas económicas para contener la crisis

  • La ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, avanzó ayer que el Gobierno prepara una batería de medidas de estímulo para "el caso de que la epidemia de coronavirus se prologue y su impacto económico sea más alto". Montero, que hizo estas declaraciones antes asistir a la toma de posesión de la nueva delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, recordó que en estos momentos la epidemia está contenida en España y no es necesario "tomar medidas adicionales". No obstante, señaló que el Gobierno está preparado por si se prolonga para adoptar iniciativas que incluirán actuaciones de "distintos departamentos". La ministra subrayó que esas medidas se adoptarán siempre en coordinación con el resto de los países de la Unión Europea, a la que se solicitaría también que sea "flexible con los objetivos de consolidación fiscal". El objetivo, añadió, es que "se pueda poner por encima de cualquier cuestión la seguridad de las personas, su salud y paliar los posibles efectos en la ralentización económica si es que la epidemia se prolonga en los próximos meses". Varios organismos han alertado de una posible crisis económica si la epidemia se prolonga demasiado.