A las 17.00 horas de la tarde de ayer, localizaron y aislaron el primer caso de coronavirus en Gran Canaria: una italiana de 61 años que vino a la Isla para ver a su hijo, quien se encuentra temporalmente en Gran Canaria. No viajó sola.Tres amigas la acompañaron.

Las turistas italianas llegaron hace una semana a Gran Canaria. Tenían previsto regresar a las siete de la tarde de ayer a Milán. Pero una de ellas se había hecho la prueba que confirmó que tenía el virus. Mientras Sanidad aislaba a esta mujer en la vivienda vacacional donde se había alojado hasta entonces, sus tres amigas se trasladaban al Aeropuerto Gran Canaria.

Las tres amigas se fueron sin despedirse, según cuenta el propietario de la casa. Estaban dispuestas a coger un avión de la compañía Ryanair. Sus planes se truncaron solo cuando una familiar de la contagiada puso en conocimiento de Sanidad la existencia de las otras visitantes. Ese fue el momento en el que comenzó la sigilosa operación de localización, búsqueda y aislamiento.

A las 18.00 horas la Consejería avisó a la Guardia Civil y la Policía Nacional, que movilizaron a los agentes para tratar de localizarlas en la zona de embarques. Las tres turistas ya habían pasado el control de seguridad y se encontraban esperando para subir a un Boeing 737 de la compañía de bajo coste que les llevaría al aeropuerto italiano de Bérgamo para regresar a sus casas. Aeropuerto que se encuentra a unos 50 kilómetros de la capital de Lombardía, el epicentro de contagio de la enfermedad en el país europeo donde ya se ha cobrado la vida de 41 personas.

Según informó la Guardia Civil, los componentes de la Oficina de Análisis e Investigación de Seguridad Aeroportuaria (Odaisa), pertenecientes al Destacamento de Seguridad Aeroportuaria, junto con el equipo Ícaro encargado de comportamientos anómalos y respuesta operativa, encontraron a tres mujeres cuyo aspecto físico coincidían con los que le habían proporcionado. Para evitar llamar la atención, las llamaron por megafonía y con un método de sguimiento discreto las localizaron y las llevaron a una sala de embarque aislada para evitar crear alarma.

Allí esperaban los servicios médicos del aeropuerto, quienes trataron en primera instancia con las mujeres. El aislamiento se produjo a las 18.39 horas, precisó el Instituto Armado, y la decisión del Servicio Canario de Salud (SUC) fue trasladarlas en una ambulancia medicalizada del Servicio de Urgencias Canario de vuelta a la vivienda vacacional de Arinaga, donde en un apartamento se encontraba aislada la italiana contagiada cenando la ropa vieja que le preparó su casero.