"No pararemos hasta la igualdad real". Son las palabras de la portavoz de la Red Feminista de Gran Canaria, Nayra Marrero, pero que resume el sentido de muchas de las consignas que se gritaban durante la movilización de ayer en la capital grancanaria con motivo del Día Internacional de la Mujer y para exigir mayor igualdad y que no se retroceda en las políticas destinadas a ese fin.

Bajo el lema Feminismos en pie. Imparables, y convocados por dicha organización, los manifestantes recorrieron las calles de la ciudad. La salida tuvo lugar frente al hotel Parque y siguió por la calle Rafael Cabrera terminando en la plaza de Santa Ana coreando lemas como Manolo, Manolito, la cena tú solito; No tenemos ganas de un gobierno facha; Queremos empleo, trabajo ya tenemos; El reparto de tareas, que se estudie en las escuelas y No basta con votar, queremos gobernar, entre otros. Según la organización, la asistencia fue de unas diez mil personas, aunque la policía nacional la cifró en torno a cinco mil. Nayra Marrero destacó que este año "nos reconocemos mujeres diversas y si cualquiera de las reivindicaciones se queda atrás tenemos que parar, repensarlo y tirar para adelante juntas. Y eso conlleva a mujeres migrantes, transexuales, racializadas o con discapacidad. Si cualquiera sufre discriminación o violencia tenemos que estar ahí para ellas".

La portavoz añadió que "este año estamos imparables porque ante el freno que nos están poniendo tenemos mucho que reivindicar. No vamos a parar por mucho que quieran desmontar el movimiento. Ya van siglos de represión como para seguir esperando. El camino lo conocemos y vamos a seguir en ello". Sobre Vox y la ultraderecha, Marrero añadía que "es un enemigo nuevo que se ha quitado la máscara. El día de las elecciones dijeron, 'Vamos a por ustedes', y nosotras queremos que vengan a lo que quieran venir que estamos imparables".

Otra de las portavoces, Nereida Vizuete, subrayaba que "queremos seguir luchando contra la brecha salarial, brecha tecnológica o brecha digital, que siempre estamos un paso por detrás". Hasta ahora, en su opinión, "todo ha sido una mínima parte. Hemos conseguido el derecho al voto, a la educación que ni siquiera se ha conseguido en todos los países, y estamos luchando por los que habíamos conseguido como los derechos sexuales y reproductivos que se están vulnerando continuamente".

Muchos de los manifestantes iban ataviados con prendas violetas o portaban elementos de ese color, símbolo de la lucha feminista. A la marcha asistieron el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres; el vicepresidente, Román Rodríguez, y la consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud, Noemí Santana, entre otros

Torres manifestó que "ser feminista es una reivindicación obligada, en tanto en cuanto siga existiendo desigualdad salarial, violencia machista o el machismo en su absoluta extensión" y "hoy hay que salir a la calle, ojalá un día no tengamos que hacerlo, para conseguir la igualdad real". A su juicio, los gobiernos deben desarrollar políticas "para conseguir que haya igualdad real", mientras se combaten posturas que otras instituciones y partidos políticos desarrollan "justo al revés, de manera retrógrada y volviendo a los años más oscuros de nuestro pasado".

El vicepresidente subrayó que "no hay duda de que hemos avanzado, pero esos avances hay que consolidarlos y no permitir ni el más mínimo paso atrás". Para Rodríguez, "la lucha por la igualdad es una lucha continuada" y hay sectores en contra de ella, a pesar de que "hay asignaturas pendientes graves como la violencia contra las mujeres, pero la respuesta solo puede estar en la movilización, en la conciencia y en el compromiso". Por su parte, Santana destacó que "las mujeres tomamos el testigo que nos dejaron nuestras madres y abuelas", que consiguieron grandes avances, pero esos logros actualmente están riesgo ante el ataque de ciertos sectores. Por eso, según la consejera, es necesario recordar que "lo que quiere el feminismo es la igualdad entre hombres y mujeres".

Los manifestantes, formado por mujeres y hombres de todas las edades, entre los que destacaban bastantes familias con niños, se veía una gran variedad de colectivos y asociaciones que, si bien no formaban parte de la red feminista, sí se habían sumado a la convocatoria de forma espontánea. Así, por ejemplo, Paula Robaina, de la asociación Juventud Obrera Cristiana, portaba una enorme pancarta que rezaba la frase La mujer obrera transforma la sociedad entera. "Somos un movimiento feminista que surge dentro de la iglesia y que apoyamos todo lo referente a reclamar la igualdad en todos los ámbitos posibles", dijo.

De forma parecida se expresaba Yeny Gómez, que formaba parte de otra Asociación de Consumidoras y Usuarias y que en la jornada de ayer quería reivindicar el derecho de las consumidoras contra la publicidad denigratoria. "La diferencia entre cómo se muestran los productos de hombres y mujeres se ve en los supermercados", señaló. "Aparte de que los productos íntimos de la mujer son muchos más caros que los del hombre". Sin embargo, también habría que destacar el lado más lúdico o jocoso de la manifestación. Era el caso de Mariana Sanabria que exhibía un diseño en donde se veía un dibujos de la protagonista femenina de Harry Potter, Hermione, y que incluía un texto que señalaba Si no fuera por mí Harry Potter no habría pasado del primer capítulo. La joven reconocía que había sido idea de un niño, pero quiso aprovechar para recordar que "el 8 de marzo no es una fecha de celebración, sino una reivindicación de los derechos que nos han quitado lo largo de la historia, una manifestación contra la explotación sexual y las manadas".

La Red Feminista de Gran Canaria leyó, finalmente, el manifiesto en la Plaza de Santa Ana en el que aseguraban que estas manifestaciones eran necesarias a través de doce puntos que, en primer lugar, destacaba "seguimos siendo la mayoría que se obvia, que se le secuestra protagonismo, que se relega a un segundo plano mientras se deja lo importante a los hombres". A continuación, el manifiesto recordaba que "nos acosan en las calles, en las redes, en los trabajos, en las casas, por ser nosotras. Nos mutilan, nos venden, nos fuerzan, nos ignoran por ser nosotras. Nos amenazan, nos cuestionan, nos silencian y nos asesinan".

El manifiesto acentuaba asimismo, que el trabajo que desarrollan las mujeres para sostener la vida "sigue sin entrar en el cómputo macroeconómico. Sigue sin anotarse, sin valorarse, sin verse, y por supuesto sin pagarse, aunque ya sepamos que son miles de horas que supondría un 23% del PIB. Este trabajo ocultado obliga, además, a posponer la propia realización por atender necesidades ajenas. Estas necesidades no se justifican por amor ni se compensan mal pagando a otras mujeres sobre las que se termina descargando la crisis de los cuidados". Y recordaba que "las agresiones en grupo, realizadas por hombres cada vez más jóvenes muestran la crudeza del manual de instrucciones que la cultura y la educación machista siguen transmitiendo a las nuevas generaciones".

Los actos de la Red terminaron a eso de las 14.00 horas pero algunos de los 20 colectivos de la organización siguió celebrando diferentes actividades.