La colonia de italianos que residen en la localidad majorera de Corralejo está preocupada por la situación de sus familias en Italia. En Fuerteventura se encuentran bien, pero con la incertidumbre lógica que se ha generado con el coronavirus en el país transalpino. Los ciudadanos italianos tienen una importante presencia en Fuerteventura, donde pasan de los 10.000, y están especialmente presentes en Corralejo, Puerto del Rosario y Pájara. Además, Fuerteventura recibe unos 86.000 turistas italianos al año, con 11 vuelos a la semana desde distintas ciudades del país.

El municipio de La Oliva tenía empadronados a finales del pasado año 7.202 italianos de un total de 35.063 vecinos registrados en el padrón municipal. Los responsables municipales creen que hay unos 5.000 ó 6.000 que no han renovado su inscripción y se encuentran en trámite de baja. Pese a la elevada presencia en la isla majorera, es el municipio tinerfeño de Arona el que más italianos registra en Canarias.

Los italianos que residen en La Oliva continúan realizando una vida normal sin perder de vista la crisis sanitaria que vive su país. La normalidad era ayer la tónica en Corralejo. Los establecimientos comerciales, especialmente bares y cafeterías, que regentan los naturales de Italia, operan por ahora con absoluta normalidad. Los clientes también mayoritariamente italianos apenas hablaban del virus. Eso si, todos coinciden al comentar que se ponen en contacto diariamente con su familiares en la cuarentena estatal italiana. El estado de salud de los parientes alejados es su principal preocupación.

Enmanuela Manicardi, nacida en Reggiomilia, cerca de Bolonia, lleva 16 años residiendo en Fuerteventura, en el coqueto pueblo de Villaverde. "En estos momentos hay que utilizar el sentido común y hacer caso a las recomendaciones de los médicos", argumenta Manicardi. "Evitar las aglomeraciones en actos públicos y seguir lo que nos dicen los expertos para evitar el contagio".

Enmanuela Manicardi, que reside con su marido en la isla majorera, no puede ocultar su inquietud por la situación de su familia en Italia. "Viven en la zona roja del coronavirus. Hablo a diario con ellos y se encuentran bien pero asustados. Creo que se debían haber tomado estas medidas mucho antes y no esperar a que el virus haya atacado a miles de personas en todo el mundo", dice Manicardi. Esta mujer italiana asegura que cumple a rajatabla las indicaciones sanitarias para prevenir el contagio. "Hay que ser disciplinados. No cuesta nada quedarse un poco aislados para evitar el contagio. No fui a los carnavales de Corralejo ni estoy acudiendo al gimnasio, como espacio cerrado compartido con más personas", comenta Manicardi. "Tenía vuelo para viajar a Italia y lo he suspendido antes de la prohibición de operar los aviones. Espero que toda esta pesadilla acabe pronto".

Gianluca Magnelli es de Florencia y lleva tres años en Fuerteventura. Está al frente del establecimiento Nueve Cinco, en la calle Lepanto de Corralejo, una de las más concurridas por la colonia de italianos. Muestra también su inquietud por su familia en Italia. "Existe mucha preocupación allá porque la gente no puede salir a la calle. Aquí estamos bien, el sol mantiene controlado el virus", cuenta Magnelli entre risas y, en el fondo con buen humor, aunque sin ignorar la preocupación.

Andrea Caverzan y Francesco Lupi dialogan en el anexo de la Panadería Italiana. Consideran que hay falta de información. "Existen intereses políticos y económicos con la alarma del coronavirus", cree Lupi. "Han creado mucha alarma, pero esto es como la gripe donde cada año mueren muchas personas y no dicen nada. La sociedad está manejada. No nos dicen la verdad".

Ambos amigos, que proceden de Florencia y Venecia, también muestran su contrariedad por la situación que padece su país., "por nuestra familia que están muy asustados y, además, no los dejan salir del país".

Por otro lado, unos 300 turistas de Italia acudieron ayer al aeropuerto de Fuerteventura, para exigir vuelos de vuelta a sus ciudades de origen y hasta ahora la única solución que dan las compañías es el reintegro del billete, informaba ayer Diario de Fuerteventura.Los italianos , además de necesitar ir a su país, afrontan el gasto económico que supone permanecer alojados en la Isla, aunque el grupo ya ha pedido ayuda a sus autoridades.