El estado de alarma en el que se encuentra España por la expansión del coronavirus ha provocado un hecho insólito: los componentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME) fueron desplegados durante la tarde de ayer en siete ciudades del país, entre ellas Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, para asegurar que ninguna persona esté en la calle si no son por las necesidades establecidas por el Gobierno, tales como una urgencia médica, ir al trabajo, la compra de alimentos y medicamentos, o sacar al perro. Los componentes de las Fuerzas Armadas estarán patrullando durante las 24 horas y ya la pasada tarde permanecían en zonas donde suele haber una alta acumulación de personas como la calle Triana o la Avenida Marítima de la capital grancanaria.

La veintena de militares movilizados en la Isla vigilarán por turnos el aeropuerto de Gran Canaria y distintos barrios de la ciudad, dos de los principales enclaves de la Isla para evitar la propagación del virus. Estos salieron sobre las 15.00 horas de su sede en la Base Aérea Gando para recorrer varios puntos de la capital grancanaria para, al igual que ya realizan la Policía Nacional y la Policía Local, advertir a la población de las medidas tomadas por el Ejecutivo y recordarles que tienen que permanecer en sus domicilios durante los próximos 14 días. El director de comunicación de la UME, Aurelio Soto, señaló a Europa Press que la función de los militares es la de "colaborar con las autoridades del país en la contención del coronavirus y poder seguir manteniendo la actividad de las infraestructuras críticas e importantes", así como "labores de reconocimiento en puntos críticos de zonas urbanas para ver si fuera necesario alguna acción de descontaminación".

Con este objetivo también se han desplegado a 330 efectivos de esta unidad en las otras seis ciudades españoles donde tienen batallón: Santa Cruz de Tenerife, Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza y León. La ministra de Defensa, Margarita Robles, apuntó en la tarde de ayer durante la rueda de prensa celebrada en La Moncloa, en la que también estuvieron los ministros de Sanidad, Salvador Illa; del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de Transportes, José Luis Ábalos; que a lo largo de los próximos días se extenderá la presencia en todo el territorio. "No se conocen fronteras", dijo Robles, en referencia a que estarán presentes en las principales ciudades del país donde existe mayor riesgo de expansión.

Ya anoche alguno de los vehículos de la UME alertaban en Madrid a través de la megafonía de sus vehículos de que si se salía a la calle tenían que respetar una distancia de dos metros entre persona y que solo se podía hacerlo por algunas de las excepciones publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Entre los puntos estratégicos en los que estuvieron desplegados se encuentran importantes infraestructuras relacionadas con las comunicaciones, como las dos principales estaciones de trenes de Madrid (Atocha y Chamartín), la terminal sur de guaguas (Méndez Álvaro) y ciudades madrileñas como Alcorcón y Leganés, según informó ayer Europa Press. Soto adelantó que en los próximos días se irán sumando nuevos dispositivos y efectivos "en función de las necesidades concretas".

Robles avisó de que los militares podrán actuar, "si fuera necesario", en la vigilancia de las calles, tal y como ya realizan los diferentes cuerpos de seguridad estatales y municipales que pueden sancionar a aquellas personas que incumplan las restricciones del estado de alarma. "Espero que la responsabilidad de todos impida que esto se tenga que realizar", reconoció la titular de la cartera de Defensa.

La ministra reseñó otras medidas relacionadas con Sanidad, como poner a su disposición el Hospital General de la Defensa Gómez Ulla y el Hospital de Zaragoza; la activación de 150 médicos y 70 enfermeros militares que se encuentra en la reserva y el incremento de elaboración por parte de la farmacia militar de la solución desinfectante hidroalcohólica, así como otros medicamentos genéricos que fueran necesarios, informó la agencia Efe.

Estas decisiones se tomaron después de que se celebrara una reunión con la cúpula militar para desarrollar el decreto aprobado el pasado sábado en el que se declaró el estado de alarma. En el cónclave participaron el secretario de Estado Ángel Olivares; el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Miguel Ángel Villarroya; el subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre; el secretario de Política General, Juan Francisco Núñez; el comandante del Mando de Operaciones, Fernando López del Pozo, y el jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Luis Martínez Meijide.

Respaldada por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, quien asume el mando conjunto de las Fuerzas Armadas, Robles reconoció el difícil momento que atraviesa el país y que llevó al Gobierno a decretar el "necesario e imprescindible" estado de alarma. En este escenario, las Fuerzas Armadas cumplirán con su misión constitucional de "velar por los derechos y seguridad de todos los ciudadanos" y tienen un papel "muy importante" en un momento de emergencia sanitaria como el actual.

Otra de las funciones que llevarán a cabo la UME será la de ayudar a las personas sin hogar para garantizar que disponen de comida o medios de abastecimiento ante el estado de alarma. La ministra precisó que para estas medidas se coordinará con el ministerio de Asuntos Sociales, que dirige Pablo Iglesias. Precisamente, diversas ONG han alertado de la importancia de dar el necesario apoyo a estas personas. Concretamente, Médicos del Mundo pidió al Gobierno que se adopten pautas extraordinarias, como aportarles información sobre las medidas que deben adoptarse en situaciones como la actual ante la carencia que tienen de acceder a ella.

Igualmente, diversas organizaciones que atienden a personas sin hogar en Madrid suscribieron un manifiesto en el que instan a la Comunidad de Madrid a que se preste una atención especial para las personas que se encuentran en situación de calle, o en riesgo de exclusión social y sin recursos económicos. Entre las propuestas está movilizar al Ejército para que monte campamentos con tiendas o barracones que hagan posible el aislamiento.