La expansión del coronavirus y la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno ha afectado de lleno al sector primario en las islas debido a la paralización de ventas a hoteles, bares y restaurantes y las dificultades de comercialización que están encontrando los mercadillos.

El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores en Canarias (UPA), Mario Escuela, apunta a Europa Press que las ventas han subido en las grandes superficies de forma "bárbara" porque ha habido un repunte inicial de las familias para las compras domésticas pero al mismo tiempo, señala que la ampliación del estado de alarma va a "afectar" dado que está aumentado el consumo de conservas u otros productos no perecederos "porque la gente no quiere salir todos los días a comprar".

Afirma que en la fruterías especializadas también "se está vendiendo bastante" porque los consumidores conocen la "calidad" de los productos frescos prácticamente "diarios" pero en el sector están "muy preocupados" con el parón en los hoteles, la restauración y los mercadillos.

"Si dura mucho que Dios nos ayude", señala, subrayando que ya se dan casos en pequeñas cooperativas donde hay despidos porque el sector no estaba preparado "para una desgracia" de estas dimensiones que en una isla, además, es "gravísimo".

Escuela avanza que las ventas de plátano a la Península también se van a empezar a desplomar a partir de esta semana e incide en que los mercadillos del agricultor, muy comunes en la isla de Tenerife por ejemplo, se están viendo "muy afectados" por las restricciones al movimiento de personas los fines de semana.

Reconoce que algunos pequeños agricultores "no saben qué hacer con la cosecha y sostiene que "es mejor llevarlo directamente a los centros de mayores que tirarla".

En el de Tacoronte, por ejemplo, este fin de semana hubo muchas dificultades para que los clientes de municipios cercanos como Santa Cruz de Tenerife o La Laguna llegaran a las instalaciones debido a los controles de seguridad que priorizan que las compras se hagan cerca de los domicilios para evitar desplazamientos necesarios.

Por ello, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha reclamado este lunes a las distintas administraciones, en especial a los ayuntamientos, que autoricen la celebración de los mercados de venta directa y de proximidad de productos agrarios, ante la suspensión generalizada tras las medidas de contención de la pandemia por coronavirus.

En su opinión, resulta "incomprensible y discriminatorio" el veto a los mercados agrarios al aire libre y entiende que la venta directa de productos agrarios debería celebrarse con normalidad y cumpliendo en todo caso con las medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias.

Según la asociación, la pérdida de estos canales de venta directa, unida al cierre de comedores escolares al que muchos agricultores suministraban alimentos en distintas Comunidades Autónomas supone un "grave perjuicio" para las explotaciones agrícolas que utilizan estas vías de comercialización --en torno a 25.000 en España--.