La nevada que este lunes cayó cubriendo de un manto blanco el Teide, en Tenerife, en pleno cumplimiento del estado de alarma decretado para luchar contra el coronavirus, ha obligado a extremar la vigilancia sobre el paraje. En cualquier otro momento la nieve en el Parque Nacional tinerfeño hubiese traído como consecuencia una 'avalancha' de visitantes para disfrutar del hermoso paisaje y del frío.

Sin embargo, en plena alerta sanitaria y para evitar que la nevada constituyera el habitual reclamo a los visitantes, la Guardia Civil ha dispuesto de medidas adicionales para evitar el incumplimiento de la cuarentena. Para ello ha utilizado un dron manejado por los agentes del Grupo de Respuesta e Intervencion en Montaña (Greim), desplazados al parque nacional con el objetivo de controlar el cumplimiento de las restricciones establecidas en el real decreto de estado de alarma.