La directora del Instituto Canario de Igualdad, Kika Fumero, ya estudia la posibilidad de que Mascarilla-19 tenga continuidad más allá de la crisis por la pandemia del coronavirus. Aunque la campaña nace como "recurso de emergencia" para las mujeres víctimas de violencia de género en el confinamiento impuesto por el estado de alarma, también ejerce "un impacto disuasorio para el maltratador en el seno de la comunidad". Además, Fumero también destaca el papel crucial que pueden desempeñar las farmacias en la lucha contra la violencia de género.