Miles de familias alrededor del país sufren los insultos, denuncias y amenazas que gritan los vecinos desde los balcones por salir a pasear de manera terapéutica. Son familias con miembros que sufren algún tipo de alteración de la conducta, como el autismo o síndrome de Asperger. Estas personas están autorizadas por el Gobierno a salir a la calle para dar paseos terapéuticos, pero cada vez que lo hacen tienen que soportar las malas palabras de sus vecinos.