La observación el cielo canario ha tenido que detenerse en seco. Ni los telescopios astrofísicos del Roque de Los Muchachos en La Palma, ni los del Teide funcionarán, al menos, durante las próximas dos semanas. No es un servicio esencial y la última determinación del Gobierno estatal ha provocado que, tras 15 días de servicios mínimos, el comité de dirección del Instituto Astrofísica de Canarias (IAC) haya decidido este pasado domingo cerrarlos a cal y canto. Eso sí, garantizando la seguridad contra actos vandálicos de estos costosos aparatos de observación astronómica y su mantenimiento periódico con el fin de evitar que se estropeen durante el tiempo que se prolongue la restricción.

Aunque este cierre completo -que también afecta a las sedes ubicadas en ambas islas- significa la suspensión total de la observación astronómica y de los desarrollos tecnológicos, el 95% de la plantilla (unas 400 personas) está realizando teletrabajo ya sea para escribir nuevos artículos científicos o para actualizar conocimientos de su área específica o formarse, como explicó el administrador de Servicios Generales del IAC, Jesús Burgos. Las sedes y observatorios, además, contarán con los servicios del personal subcontratado de seguridad y limpieza, así como los de computación, de conectividad del sistema y del personal y de la grabación de datos.

En lo que se refiere al cuidado de los observatorios, "habrá siempre una persona de seguridad en turnos de 24 horas", como señaló la subdirectora del Astrofísico, Casiana Muñoz. A esto se le añade otro trabajador que acudirá a estos recintos dos veces en semana para garantizar "el mantenimiento básico imprescindible" de las grandes instalaciones astronómicas. "Son rutinas para que no se queden anquilosados", señaló.

El complejo astrofísico del Roque de Los Muchachos alberga además una quincena de telescopios, entre ellos el Gran Telescopio de Canarias (GTC), así como diferentes experimentos científicos, tanto nacionales como internacionales. Por su parte, el observatorio del Teide en la isla de Tenerife cuenta con más de 20 telescopios. El único que permanecerá funcionando será el telescopio robótico Liverpool de 2 metros de diámetro, que es "muy robusto" y será controlado en remoto desde el Reino Unido.

En este sentido Muñoz aseguró que el cierre de los telescopios ha tenido que programarse para que, una vez que se retorne a la actividad, se pueda hacer sin problemas. Y es que instalaciones como el Gran Telescopio de Canarias (GTC) deben detenerse de una manera específica para que, cuando los investigadores quieran volver a usarlos, lo puedan hacer sin problemas. De hecho, esta situación estaba prevista desde hace un tiempo en el IAC. De ahí que ya el pasado 12 de marzo se pusiera en marcha un protocolo de actuación que se ha ido modificando cada tres días. "Establecimos la actividad no presencial el día 13 -dos días antes de que se estableciera el estado de alarma- y el 16 impusimos los servicios mínimos", explica Burgos. Situación que se mantenía hasta el pasado domingo.

Actuación rápida

Hasta entonces, siguiendo las recomendaciones de Sanidad, los investigadores subían a la cima de las islas para hacer observaciones en solitario -normalmente van acompañados- y el trabajo en el interior del telescopio se estaba realizando con tan solo un operador y un astrónomo que guardaban las distancias de seguridad.

El impacto económico que este parón va a tener para el IAC y sus investigadores, como señaló Burgos, "no lo será más que en otros sectores económicos". También en esta línea se manifestó Casiana Muñoz, que indicó que se trata de una "pérdida importante" pero se mostró optimista y señaló que se tratará de un "paréntesis" en el que, además, "estamos aprendiendo a trabajar de otro modo".

Esta situación ha provocado una disrupción entre los gestores del IAC que ahora se plantean cómo conseguir en un futuro no tener que suspender la actividad astronómica. La solución, según Muñoz, estaría en enfatizar la gestión hacia el uso de "telescopios robóticos más robustos" que permitieran "trabajar aún sin operarios" y redujeran costes.