El confinamiento da resultado. Las medidas de distanciamiento físico implantadas con el estado de alarma han demostrado ser esenciales para poner freno a la expansión del coronavirus. Canarias es una de las ocho comunidades autónomas en las que ya se empieza a percibir el éxito de la hibernación de la vida social y las estadísticas de las Islas apuntan a que el potencial de transmisión del virus se está mitigando. Extremadura, Cantabria, Murcia, Baleares, País Vasco, Asturias y Navarra son las otras regiones que están en la línea de salida hacia el control de la pandemia, según datos del Instituto de Salud Carlos III. La clave está en que estas autonomías han logrado que su número reproductivo básico (R0) -la cantidad de personas a las que contagia alguien que tiene el virus- esté por debajo de uno. Es decir, que cada persona portadora del virus no llega a transmitírselo a otra.
El catedrático de Microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de La Laguna y miembro del equipo científico y técnico nombrado para asesorar al Comité de Emergencia Sanitaria creado para hacer frente al Covid-19 en el Archipiélago, Antonio Sierra, asegura que las cifras de Canarias sitúan a la región en mejor posición que el resto de comunidades, pero "no se puede correr el riesgo de caer en triunfalismos y bajar la guardia".
Cuando se inició el brote en las Islas, el R0 era de unas cuatro personas, pero ahora se sitúa en 0,98. "Los contagios antes se cuadruplicaban y ahora irán disminuyendo poco a poco, porque una persona afectada no llega a contagiar a otra, así lograremos iniciar un descenso importante en la cantidad de contagios", explica Sierra.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconoció que el índice R0 es clave a la hora de replantearse el confinamiento y "valorar si se puede relajar el aislamiento", pero ha alertado también del riesgo de retroceder si no se continúan aplicando "las medidas necesarias el tiempo necesario".
Este experto señala que hay varios indicadores esperanzadores en el estudio pandémico de las Islas. En primer lugar, aquí se contempla el menor índice de personas ingresadas con coronavirus en las unidades de cuidados intensivos. En concreto, la media del Archipiélago es de 5,1 personas por cada 100.000 habitantes, mientras que a nivel estatal es de 12,5.
Casos ocultos
Asimismo, 2,9 de cada 100.000 habitantes de Canarias han fallecido con coronavirus, una cifra muy inferior al promedio nacional que se sitúa en 19,3. Otro factor positivo es que tenemos el menor índice de hospitalizados con Covid-19. Este es de 24,7 por cada 100.000 habitantes, mientras que en la totalidad del país es de 109.
En cuanto a la estimación de contagios reales que puede haber actualmente en el Archipiélago, Sierra afirma que si se tienen en cuenta todos los parámetros que se estudian sobre la situación de cada región, en las Islas podría llegar a haber unos 10.000 contagios. "Calculamos que si ahora hay 1.564 casos diagnosticados, podemos estar siete y ocho veces por encima", señala. Si bien, esta cifra no le resulta determinante porque está condicionada por la cantidad de test que se han llevado a cabo.
En este sentido, apunta que la diferencia significativa en el número de casos registrados entre Tenerife (870) y Gran Canaria (396) tiene que ver, en parte, con el hecho de que en Tenerife se hayan realizado más test que en Gran Canaria. Por eso, los especialistas estiman que la cifra de casos diagnosticados es inferior a la real, porque hay algunos asintomáticos o muy leves, que ni siquiera se han detectado. "Es importante la búsqueda de positivos en la población para identificar los casos ocultos que contagian sin saberlo", confirma el miembro del comité de expertos.
Presión hospitalaria
Cuando se amplíe el número de muestras recogidas, algo que sucederá en los próximos días gracias a los más de 58.000 kits que llegaron esta semana a las Islas, aumentará el número de casos localizados y la curva epidemiológica se podrá desestabilizar. Si embargo, para Sierra el número de casos no es determinante en el seguimiento del avance de la pandemia. Lo determinante es el R0, el porcentaje de pacientes en UCI y de hospitalizados, índices que "en las circunstancias actuales, irán disminuyendo".
La recogida de más muestras para hacer test de diagnóstico permitirá conocer mucho mejor la letalidad del coronavirus en la población de las Islas. Si ahora hacemos la relación entre el número de fallecidos y el número de contagiados, la letalidad no será real porque solo se han detectado los casos con sintomatología clara y los que presentan gravedad, por lo que el índice de mortalidad es elevado. Por esto, cuando se empiecen a localizar los casos ocultos, que permanecen asintomáticos o con sintomatología muy leve, entonces la relación entre ambos índices será más certera y el dato de la mortalidad bajará. Sierra subraya que "en países como el nuestro, se estima que la letalidad -el número de pacientes que muere por cada 100- se sitúa en el 0,4".
Todos estos parámetros vaticinan que la sanidad canaria no llegará a colapsar, como a llegado a pasar en otras comunidades autónomas como Madrid o Cataluña. "No tenemos el temor de que las unidades de cuidados intensivos (UCI) no puedan soportar la presión", confirma Sierra, quien señala que el Archipiélago cuenta con suficientes camas de UCI para dar respuesta a esta cris sanitaria. Además, señala que Canarias tiene capacidad para incrementar el número de unidades de cuidados intensivos y responder ante cualquier escenario que se pueda presentar. Según Antonio Sierra, "la próxima semana empezará a bajar el número de hospitalizados y de fallecimientos", a pesar de que estima que ahora empezará a incrementarse el número de casos diagnosticados, ya que se ampliará el número de test con las PCR y los test rápidos.
El experto puntualiza que hay dos tipos de fármacos para hacer frente al Covid-19. Por un lado están lo que ya existían pero se empleaban en el tratamiento de otra enfermedades, como los antirretrovirales o la hidroxicloroxina y, por otro, los que están desarrollándose para actuar contra este coronavirus. Estos tratamientos específicos, apunta Sierra, podrían estar preparados antes del verano, "aunque desconocemos la eficacia que podrán tener". Si bien, "la gran solución será la vacuna, pero no la tendremos antes de un año y, además, la producción será limitada", por lo que inicialmente habrá que seleccionar a quienes hay que vacunar, "pero está claro los colectivos que son prioritarios por su vulnerabilidad o alta exposición al virus".
