Hace un año los chalecos rojos de la cooperación española, el equipo sanitario de élite de emergencias, desplegaban un hospital de campaña del tamaño de un campo de fútbol en 72 horas para atender a los damnificados por el ciclón Idai en Mozambique, el peor desastre natural de la historia de ese país. Hoy estos profesionales están en primera línea combatiendo la "emergencia humanitaria" que se vive en España.

La doctora Yolanda Barrios, que coordinó el dispositivo sanitario del equipo START -en el que participaron 142 profesionales de distintas comunidades autónomas- ahora trabaja en UVI móvil del Summa 112 y en el centro desplegado en el Ifema. Ignacio Asensio, bombero del Ayuntamiento de Madrid, que colaboró con el equipo de logística al montaje del hospital de campaña, canalización y funcionamiento de la potabilizadora de agua, está destinado en el parque de Vallecas.

"Está siendo mucho más duro lo del Covid-19 porque toca a nuestro país y además cuesta asimilar a un enemigo que no ves; allí en Mozambique veías las infraestructuras destrozadas, las casas, las carreteras, todo era desolación y te hacías a la idea, pero aquí todo es muy surrealista: ves hospitales colapsados, enfermos por todos los sitios y calles vacías, pero luego todo está normal", explica a Efe la doctora Barrios.

Sensación extraña

Curtida en hospitales de campaña, reconoce que le produce una sensación extraña ver en Madrid el inmenso pabellón del recinto ferial lleno de camas con pacientes. "Esta emergencia nunca se te pasa por la cabeza que vaya a pasar en un país desarrollado; creo que no nos sentíamos vulnerables por los sistemas sanitarios que tenemos y que cuando vimos lo que ocurría en China, subestimamos lo que se nos venía encima".

"España se está manteniendo con sus instituciones" sanitarias, protección civil, policía o ejército, pero países como Italia, están recibiendo ayuda internacional, reflexiona.

Valorando la situación que se encontraron en Mozambique tras un ciclón que aún hoy mantiene cerca de 100.000 personas desplazadas por esa catástrofe climática, la responsable sanitaria cree que lo que estamos viviendo en España es más duro.

"Todo esto es una locura, menos mal que tenemos una sanidad, que se está tensionando, pero que está dando respuesta, porque tenemos profesionales enormes, tanto técnicamente como humanamente".

Hay una situación que es similar a la de una actuación ante una catástrofe humanitaria. "Se da", expone, "la oportunidad con los medios que tienes al que tiene más posibilidades de supervivencia". "Aquí lamentablemente también hay que triar, ahora desgraciadamente con las personas mayores un poco, sin querer hacerlo, porque todos lo hacemos con cargo de conciencia; es horroroso, ojalá no se vuelva a hacer nunca más, pero tienes que decidir a quién intubas y a quién no, porque no hay UCI para todos".

Lado humano

Hay otra similitud, y es que "el lado humano de las emergencias siempre une a la gente, se trabaja con una solidaridad extrema; con gente que no conoces de nada, haces unos equipos perfectos y estos días está pasando".

La coordinadora del despliegue sanitario del START ( Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta a Emergencias) opina que aunque es defensora de los hospitales de campaña, en el momento actual de la situación sanitaria en España le gustan más los hoteles medicalizados, con habitaciones similares a las de los hospitales y donde se puede instalar un control de enfermería.

"De cualquier manera, es buena cualquier solución con tal de descongestionar". "Estuve hace unos días en el hospital de Alcalá de Henares (Madrid) y me quedé asustadísima, me recordó al hospital de referencia de Mozambique donde solo veías a gente hacinada; nunca pensé que en España iba a ver esto".

Tampoco imaginaba una emergencia sanitaria por una pandemia, Ignacio Asensio, bombero cooperante. "Sí que he pensado que nos podía ocurrir en España una catástrofe natural, de una u otra manera, porque somos poco respetuosos con el planeta, tipo tsunami o por el deshielo", nos cuenta este miembro del START. El ciclón Idai reveló ante los ojos del mundo las consecuencias demoledoras de un clima cada vez más extremo.

"Lo que puede aportar haber vivido una situación de emergencia humanitaria como la de Mozambique", cree "es quizás priorizar lo más urgente y coordinar los recursos que tienes", tal y como hablaba con una compañera enfermera del START que ahora está en el hospital de La Paz, explica. "Creo que la situación en Mozambique no estaba tan desbordada".

En estas últimas semanas, ha cambiado su trabajo, que se centra en intervenciones por COVID-19. "Han aumentado las peticiones de aperturas de puertas con posibles pacientes con coronavirus". "Mi trabajo es aquí más duro, tienes contacto directo con los afectados, aquí te metes en sus domicilios y ves casos, como en la última guardia que atendimos a una persona que estaba desahuciada en casa con paliativos y te das cuenta de la impotencia que vive la familia porque no se puede hacer nada; eso lo vives en primera persona".