La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crisis del coronavirus Un caso de superación

Batalla ganada contra el Covid-19

La usuaria del Centro Sociosanitario El Pino diagnosticada de coronavirus a finales del pasado marzo recibe el alta médica después de dar negativo en la última prueba

La usuaria de El Pino contagiada por coronavirus recibe el alta médica. LP / DLP

Las historias de superación siguen abriéndose paso en la batalla feroz contra el coronavirus en todos los puntos de España, y uno de sus rostros en Las Palmas de Gran Canaria es el de Maica, la usuaria del Centro Sociosanitario El Pino que dio positivo en la prueba del Covid-19 a finales del pasado mes de marzo y que esta semana ha recibido el alta médica por encontrarse completamente restablecida.

Después de dar negativo en la última prueba de coronavirus, la usuaria ha abandonado el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, donde permanecía ingresada, y ha podido reincorporarse a este centro residencial, para alegría de sus compañeros y trabajadores.

Una vez superado este caso de Covid-19, este contagio aislado permanece como el único registrado hasta la fecha en el interior de este centro de día y residencia para personas mayores y dependientes, que conforman uno de los sectores de la población más vulnerables a la incidencia de esta pandemia.

En este sentido, este centro referencial del norte de Gran Canaria, dependiente del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) del Cabildo de Gran Canaria y gestionado por el Grupo Icot, ha sido uno de los pioneros en Canarias a la hora de anticiparse a la implantación de medidas de prevención contra el coronavirus.

El ejemplo es que, una semana antes de que se decretara el estado de alarma nacional, la dirección de El Pino, que lidera el neuropsicólogo Alejandro López, ya había limitado el número de visitas a los usuarios y anulado los actos de concentración de personas para proteger al personal y residentes del centro, a la vista del aumento de casos de coronavirus a escala global.

Una semana después, una vez establecida la situación de cuarentena y confinamiento social, el centro impuso una estricta serie de medidas de seguridad, como la sectorización de las plantas, la limitación del tránsito de trabajadores entre plantas y la movilización de una parte de la plantilla -un total de 47 trabajadores- para que realizara su trabajo de forma telemática desde sus casas. A esto se sumaría una rutina de supervisiones diarias a usuarios y trabajadores, así como la creación de un un comité de coordinación de la emergencia, conformado por el director, el equipo médico y la coordinadora de enfermería, para revisar todos los casos del centro con el objetivo de poder detectar la más mínima infección respiratoria, aislarla y solicitar la prueba del Covid-19.

Daño mínimo

En este sentido, el director del centro comentaba en una entrevista reciente a LA PROVINCIA, realizada con motivo del homenaje al personal sanitario de Canarias en su lucha contra el coronavirus, que esta constituye desde hace más de un mes la realidad cotidiana de El Pino, de tal manera que "si llegara a detectarse un caso de contagio, el virus no se propagaría entre el resto de usuarios del centro".

Esta rutina supone un sobreesfuerzo importante para los usuarios del centro, dado que supone una interrupción de sus hábitos diarios y de sus espacios fundamentales de ocio, como el comedor o las zonas comunes. En este sentido, cabe destacar que El Pino presta servicio a personas de alta dependencia, que, además, han visto limitadas las visitas de sus familiares y personas cercanas. Sin embargo, la rigidez de este conjunto de medidas es lo que ha hecho posible que, pese al contagio de la citada usuaria, el daño haya sido mínimo y no haya afectado a más compañeros.

Por su parte, el diagnóstico de Maica activó de forma inmediata el protocolo establecido para casos de contagio de coronavirus y fue aislada en su domicilio, así como los cinco trabajadores del centro que mantuvieron contacto con la usuaria pero que, una vez sometidos a la prueba del Covid-19, dieron negativo.

A continuación, se iniciaron las pruebas para determinar la vía por la que se produjo el contagio y se determinó que el virus sólo pudo llegar a la residente a través de los familiares con los que mantuvo contacto antes de que el centro se cerrara a las visitas o por alguna persona del equipo que se encargara de su cuidado. Sin embargo, todos dieron negativo en la prueba del Covid-19. Y a día de hoy, con la recuperación total de Maica, el centro puede presumir de contar con una historia de superación que vuelve a poner el contador de casos por coronavirus a cero.

Con todo, cabe recordar que el Centro Sociosanitario el Pino cuenta con un equipo formado por 300 personas para atender a un total de 400 usuarios, de los que 280 se corresponden con los residentes que permanecen en este momento en el centro. El resto permanece confinado en sus domicilios ya que acudían a hacer uso del centro de día, toda vez que este y otros servicios continúan suspendidos desde el inicio de esta crisis sanitaria.

Compartir el artículo

stats