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Crisis del coronavirus La opinión del experto

José María López : "Si no nos relajamos en las medidas de prevención, salvaremos muchas vidas"

"Necesitamos más material para evitar que los profesionales sanitarios que se contagien", manifiesta el médico residente del servicio de Radiología

José María López Vega, médico residente del servicio de Radiología del Hospital Universitario Doctor Negrín. LP / DLP

Canarias ha entrado en una fase de descenso de contagios diarios por Covid-19

En el hospital se ha reflejado en un descenso considerable en el número de ingresos de pacientes con enfermedad por Covid-19. Se habilitaron dos plantas de hospitalización durante el pico máximo de contagios y, en la actualidad, se ha podido reducir a una planta, traduciéndose también en una disminución de la presión asistencial en las UCI.

Al principio se vaticinó un posible colapso o saturación de las UCI ante la crisis del coronavirus, que, finalmente, no se produjo. ¿A qué cree que se debe?

El número de camas en UCI entre hospitales públicos y privados en España es de 9,5 por 100.000 habitantes. En otros países, como EE.UU y Alemania, es de 34 y 29 por 100.000 habitantes, respectivamente. Según las estimaciones del Imperial College of London, si no se toma ningún tipo de medida, habríamos necesitado 280 camas de UCI por 100.000 habitantes. Entonces, por muy buena que sea tu organización, ningún sistema sanitario -con o sin recortes- sería capaz de absorber esa cantidad de pacientes. Por lo tanto, las medidas más importantes para evitar el colapso del sistema sanitario son aquellas que van enfocadas a reducir los contagios en la población. El colapso sanitario no se ha producido en nuestra comunidad, pero sí ha pasado en zonas como Madrid y Barcelona. Estas últimas son grandes áreas urbanas, mucho más conectadas con el resto del mundo a través de los medios de transporte, por lo que importan casos más rápido. También tienen una densidad de población más alta, lo que implica una mayor proximidad de las personas. A eso tenemos que añadirle los eventos que provocan aglomeraciones masivas. En Canarias, creo que ha jugado a nuestro favor la distancia y el aislamiento geográfico.

Al tratarse de una patología nueva, los tratamientos han cambiado continuamente, ¿cuáles se aplican ahora mismo en el Hospital Universitario Doctor Negrín?

La rapidez de la propagación de este nuevo virus no ha dejado suficiente tiempo para contrastar la eficacia de los tratamientos con ensayos clínicos, como se hace de forma habitual con otras enfermedades. Los fármacos que se usan para tratar el Covid-19 son medicamentos que se usaban en otras enfermedades y que ahora están en fase de experimentación. Estos se dividen en dos: los que actúan directamente sobre el virus y los que tratan de reducir la inflamación que provocan nuestras defensas sobre los pulmones. Entre las medidas no farmacológicas, la más importante es el soporte a la respiración que, en función de la gravedad, será solo con oxígeno o con oxígeno y respiración asistida.

La incorporación de algunos profesionales a sus puestos de trabajo augura un incremento de los ingresos en los próximos días. ¿Le preocupa la posibilidad de un repunte de casos, no ya ahora, sino durante el desconfinamiento? Y en ese caso, ¿estarían preparados para afrontarlo?

Hay una frase que dice: "Esperar lo mejor y prepararse para lo peor". A todos nos gustaría saber lo que va a pasar, pero tenemos que aprender a vivir con la incertidumbre. La posibilidad de repunte tras el desconfinamiento existe, aunque se espera que se reduzca el número de casos de forma progresiva, con picos de contagios cada vez menores. En el aspecto de recursos humanos, aprovecho para agradecer a los servicios que han soportado casi todo el peso de la epidemia, que son Atención Primaria, Urgencias, Medicina Interna, Neumología, UMI y Anestesia - Reanimación. Gracias a su esfuerzo organizativo estamos mejor preparados para afrontar los posibles repuntes de contagios, siempre y cuando el volumen de pacientes contagiados no supere la capacidad que tenemos para atenderlos. No debemos olvidar que el resto de servicios, aunque han tenido que reestructurar su actividad, son también importantes para el manejo de los pacientes con otras patologías no relacionadas con el Covid-19. Con respecto al material, ha habido un desabastecimiento mundial de los equipos de protección individual (mascarillas, protección ocular, guantes y batas impermeables) y test para detectar la enfermedad, dado que la demanda ha superado la capacidad de producción. Necesitamos más material para evitar que los profesionales sanitarios se contagien y ellos mismos contagien a otras personas.

¿Qué medidas de protección mínimas deben aplicar los ciudadanos que ya puedan dirigirse a sus puestos de trabajo?

Las medidas mínimas que han demostrado eficacia son el mantener una distancia con otras personas de al menos 1,5 metros y el lavado de manos con agua o jabón o, en su defecto, con solución hidroalcohólica. Si no nos relajamos en esas medidas de prevención, salvaremos muchas vidas.

¿Diría que esta crisis sanitaria ha sido uno de sus mayores retos como profesional?

Una situación como la actual supone un reto para todos los profesionales sanitarios. En particular, para mis compañeros de los servicios mencionados antes, que han afrontado bastantes más retos, como el sacrificio de horas extra de estudio y organización para afrontar la pandemia, conciliación familiar, escasez de material de protección individual, sobrecarga de trabajo, manejo de la incertidumbre y enfrentarse a situaciones tan duras como ver morir personas como consecuencia de la infección, sin poder ser despedidas por sus familiares.

Por último, ¿mandaría algún mensaje de esperanza?

A las personas nos gusta que nos digan lo que queremos oír y, como dije antes, debemos aprender a vivir con la incertidumbre. No podemos confundir lo que nosotros deseamos que pase, con lo que pasará en realidad. El mensaje principal que me gustaría transmitir es la importancia de no relajar las medidas que evitan contagios en nuestro día a día, como son el mantenimiento de la distancia social, evitar las aglomeraciones y extremar las medidas higiene de manos. También agradecer el esfuerzo de los ciudadanos para mantener las medidas de confinamiento, a todos los trabajadores que sostienen los servicios esenciales para mantener cubiertas las necesidades básicas de la población y a empresas y trabajadores que se han visto obligados a cerrar y perder sus ingresos económicos. Gracias a todos por haber hecho posible que, de momento, hayamos contenido la expansión del virus.

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