La Comunidad Autónoma de Canarias sumó ayer una nueva jornada sin muertes por coronavirus, manteniéndose el número de fallecimientos en 148 desde que comenzó la pandemia. Un dato positivo al que hay que añadir que en cuatro días se ha alcanzado un récord de pacientes recuperados, un total de 152 desde el lunes, 4 de mayo, fecha en la que se registraron 1.190 altas epidemiológicas, frente a las 1.342 notificadas ayer, 21 más que en la jornada anterior.

Según los datos publicados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias hasta el cierre de la estadística oficial que se envía cada día al Ministerio de Sanidad a las 20.00 horas, desde que comenzó la pandemia se han registrado 2.250 positivos, con un incremento de 19 casos desde el lunes -el 0,8%-, de los cuales diez se contabilizaron ayer, la cifra más alta en lo que va de semana.

Por islas, la que registra un mayor incremento de nuevos casos es Tenerife, con ocho más que el día anterior por lo que ya suma 1.519; y le sigue Gran Canaria con 551y La Palma con 78, ambas sumaron un positivo más en las últimas 24 horas. El resto de las Islas continúan sin anotar nuevos casos, por lo que se mantienen en 71 en Lanzarote, 23 en Fuerteventura, 7 en La Gomera y 1 en El Hierro.

De los positivos acumulados, siguen en activo 760 pacientes, 11 menos que el día anterior, de los cuales 679, el 89% del total, se encuentran en sus domicilios, 62 están hospitalizados y 19 en la unidad de cuidados intensivos (UCI). El mayor número de recuperados se da principalmente entre los pacientes domiciliarios, 12 de los cuales recibieron el alta médica en la última jornada, pasando de 692 a 680. Asimismo es de destacar que en el día de ayer no se registraron nuevas hospitalizaciones, ni ingresos en UCI.

Respecto al número de profesionales sanitarios contagiados por coronavirus Covid-19, asciende a 586, el 1,89% del total de la plantilla del SCS (31.000 trabajadores), pero suponen más del 25% de contagios en el conjunto de la población desde que se inició la crisis sanitaria.

Enfermedad profesional

En este sentido, Intersindical Canaria ha solicitado que la infección por Covid-19 sea reconocida como enfermedad profesional en el caso del personal de las instituciones sanitarias que haya resultado contagiado como consecuencia del desarrollo de su actividad. Con este propósito, el sindicato ha remitido una solicitud por escrito a los presidentes del Gobierno de Canarias y de España, Ángel Víctor Torres y Pedro Sánchez, así como Julio Pérez y Salvador Illa, máximos responsables de Sanidad en ambos ejecutivos.

Desde el sindicato recuerdan que en Canarias el porcentaje de trabajadores contagiados supera el 26%, incluyendo tanto a personal sanitario como no sanitario, "una de las cifras más altas de toda España que está vinculada directamente con la falta de equipos de protección individual (EPI) con la que el personal del Servicio Canario de la Salud (SCS) ha tenido que hacer frente para combatir la actual crisis", ha señalado el portavoz de comunicación de la Federación Nacional de Salud del sindicato, Ruymán Pérez.

El Gobierno también anunció ayer que el Servicio Canario de Salud (SCS) participará en un proyecto de investigación sobre la infección por Covid-19 del Instituto de Salud Carlos III, en el que se estudiará a 1.650 pacientes con coronavirus de hospitales públicos de Canarias y de otras comunidades autónomas con la finalidad de identificar y predecir el riesgo de sufrir complicaciones graves, como neumonía, distrés respiratorio o shock séptico.

El Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil, el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín y el Hospital Universitario de Canarias (HUC) participarán en este estudio, titulado Caracterización clínica de la infección por Covid19: estratificación pronóstico y complicaciones, financiado con 140.000 euros.

Los objetivos principales del proyecto son los de identificar las características que permitirían predecir el riesgo de mala evolución clínica en pacientes infectados por Covid-19, elaborar un perfil evolutivo de los enfermos y valorar la efectividad del tratamiento. También se evaluarán las dificultades de accesibilidad y equidad de la respuesta terapéutica de los servicios sanitarios, la variabilidad en la gestión clínica y los costes derivados. Para ello se creará una herramienta de predicción y estratificación pronóstica para reconocer precozmente a los pacientes con mayor riesgo de mala evolución en la infección.