José Manuel Navarro Alonso, médico estomatólogo y director médico de la clínica Branemark de Las Palmas desde hace más de 30 años, explica en un vídeo la trayectoria histórica en seguridad e higiene que llevan a cabo los profesionales sanitarios relacionados con los tratamientos de la boca para tranquilizar a la población a la hora de acudir a un dentista durante la crisis del coronavirus Covid-19.

El también codirector del Centro Branemark de Canarias plantea la evidencia de que la cercanía del dentista o higienista dental con el paciente que está siendo tratado pueden hacer creer que estos profesionales y sus procedimientos revistan un riesgo de contagio mayor que otras especialidades médicas.

Nada más lejos de la realidad, según el especialista, debido a que desde la aparición del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) y el Sida, los profesionales implicados en el tratamiento con la boca (médicos estomatólogos, cirujanos maxilofaciales, odontólogos e higienistas dentales, "llevamos décadas siendo escrupulosamente cuidadosos con las medidas de asepsia", asegura.

En las clínicas, el instrumental es esterilizado, se usan mascarillas y guantes para todos los procedimientos rutinarios desde hace décadas y también se procede a la esterilización completa de cualquier procedimiento quirúrgico. Esto marca la diferencia en este sector sanitario, detalla el José Manuel Navarro. "Durante dos meses, diciembre de 2019 y enero de 2020, el coronavirus estaba presente y se trataron 120.000 pacientes dentales con las medidas simples que ya se utilizaban antes de la crisis, y solo se infectaron nueve de 1.098 profesionales. Tres en su casa y seis, aparentemente, en los lugares de trabajo".

Este mínimo porcentaje de contagios en este sector contrasta con los miles de profesionales médicos que enfermaron con Covid-19 en el mismo periodo de tiempo". La diferencia se encuentra en que las clínicas dentales dirigidas por profesionales médicos siempre han estado sujetas a regulaciones estrictas de higiene, "lo que contribuye a un altísimo nivel de protección, independientemente de la situación actual".

Por tanto, los centros dentales entran en la nueva normalidad con muchas ventajas en cuanto a la seguridad higiénica. A las que se unen ahora nuevas acciones para frenar cualquier tipo de contagio y proporcionar la máxima seguridad a sus pacientes. "Las medidas que adoptaremos en el futuro inmediato serán aún más rigurosas", asegura el especialista.